El ministro de Justicia y Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, informó que a partir de este ocho de agosto se implementará la segunda fase de las medidas extraordinarias de seguridad en seis centros penales del país.
Los centros de reclusión son considerados los de mayor peligrosidad en el país y en su mayoría son las cárceles que albergan los más grandes contingentes de pandillas y sus cabecillas.
El funcionario confirmó que se reforzarán todas las medidas operativas para un mayor control y seguridad dentro de los centros penitenciarios.
De acuerdo a Ramírez Landaverde, a pesar que se ha bloqueado la señal de telefonía, dentro y en los alrededores de las cárceles del país, los pandilleros continúan en sus intentos por restablecer la comunicación con el exterior.
Las autoridades suponen que existe alguna manera de conectarse a las redes telefónicas desde las prisiones, debido a que en las requisas rutinarias, se siguen encontrando celulares, cargadores y chips.
Sin embargo, los métodos de comunicación entre los delincuentes mareros y su séquito han sido modificados, habiendose detectado que los abogados de los presos están siendo utilizados como “correo”, para distribuir las órdenes para delinquir. “Muchos defensores particulares son algunos de los medios por los que se están trasladando mensajes”, afirmó Ramirez en una entrevista televisada del grupo Megavisión.
El ministro recordó que de acuerdo al decreto aprobado el 1 de abril, se han prohibido las vistas, la libertad ambulatoria, se suspenden los traslados, incluyendo a las audiencias judiciales de los reos.
