El presidente Salvador Sánchez Cerén advirtió este sábado con “dar otros pasos” en la relación diplomática con Brasil por lo que él califica “Golpe de Estado” contra Dilma Rousseff al ser destituida de la Presidencia por el Senado.
“Estamos dando seguimiento a lo que está sucediendo en Brasil para proceder a dar otros pasos y estamos dispuestos a dar otros pasos porque no vamos a permitir que en América Latina se imponga una modalidad de golpes de Estado suaves” para “destituir a Gobiernos que han sido electos democráticamente”, sostuvo.
Sánchez no especificó si estos “pasos” implicarán llamar a consultas a su embajadora o romper relaciones con el país suramericano.
Según el mandatario, en el proceso político que concluyó con la destitución de Rousseff “no se ha comprobado la responsabilidad criminal” de la líder del Partido de los Trabajadores (PT).
“Ese proceso atenta contra la estabilidad democrática y contra los avances políticos de la región y de integración”, advirtió.
El ex comandante guerrillero también expresó su solidaridad con su homólogo de Venezuela, Nicolás Maduro, ya que la marcha de meas de un millón de venezolanos por las calles de Caracas sería, a la par de la petición de la oposición venezolana de un referendo revocatorio, parte de una “ola desestabilizadora” en contra del Gobierno de ese país.
Paradójicamente durante la semana pasada, líderes del FMLN, partido oficialista, demandó al gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica la “no intervención” en los asuntos internos de la política salvadoreña.
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