A pesar de una agresiva expansión de los sistemas de misiles de largo alcance, los eternos cañones siguen siendo una amenaza mortal para aviones y helicópteros de vuelo bajo, así como un factor desmoralizador para el personal del enemigo. Andréi Stanávov, columnista de Sputnik, publica la lista de armas antiaéreas rusas más fiables y temibles.
Fiable Shilka
El sistema artillero ruso más famoso, tal vez, sea el ZSU-23-4 Shilka, creado en los años 60. Esta arma autopropulsada participó en combates en Oriente Medio, África, Vietnam, Afganistán y otras partes del mundo.
El Shilka está armado con un afuste de AZP-23 Amur con cuatro cañones 2A7 de 23 mm montados en una torreta. La cadencia de tiro total está entre 3.400 disparos por minuto con un alcance efectivo de 2.500 metros.
El ZSU-23-4 Shilka está destinado a garantizar la defensa antiaérea para las instalaciones terrestres de reducido tamaño, para el Ejército de Tierra durante los combates de todo tipo y sobre la marcha, en cualquier estación del año y en cualquier condición meteorológica. Pero, por ejemplo, en Afganistán, también se utilizó eficazmente contra la infantería, vehículos blindados y automóviles. Se retiraba el complejo radioeléctrico para disparar contra los aviones y se colocaba en su lugar una munición adicional de 2.000 proyectiles.
El radar de radiolocalización permite a este sistema detectar y escoltar aviones enemigos a una distancia de hasta 18 kilómetros. El fiable Shilka se modernizó varias veces y obtuvo muchas modificaciones mejoradas.
Cañón antiaéreo portátil
Letal y poco exigente, el remolcado ZU-23-2 es otro ejemplo destacado de armas eternas, que se desarrolló en la década de 1960 y ganó popularidad en varios ejércitos del mundo. Dos cañones 2A14 con una cadencia de tiro de 2000 disparos por minuto permiten destruir aviones y helicópteros de bajo vuelo a distancias de hasta 2,5 kilómetros.
El cañón automático es portátil y fácil de desplegar incluso en zonas montañosas. El peso ligero permite remolcarlo con cualquier automóvil militar. Un equipo con experiencia es capaz de desplegarlo en 15 segundos.
Las versiones modernizadas ZU-23 / 30M1 recibieron nuevos mecanismos de apuntamiento, miras iluminadas y cámaras infrarrojas, lo que las convirtió en armas aún más temibles. La principal cualidad de las armas antiaéreas actualizadas es su funcionamiento en baterías. Es decir, el operador dispara contra un objetivo con el cañón principal y otros tres abren fuego automáticamente.
5.000 disparos por minuto
En los años 80, el Ejército soviético recibió el 2C61 Tunguska, que posteriormente fue varias veces modernizado. La última versión del sistema autopropulsado es el Tunguska-M1 que combina cañones y misiles (ocho misiles guiados antiaéreos) con un complejo de radar común. Dos cañones 2A38M de 30mm con una cadencia de tiro récord de 5000 disparos por minuto son capaces de destrozar un avión.
Además, gracias a la estabilización, se consiguió una alta precisión de apuntamiento que permite disparar en movimiento. Al mismo tiempo, los misiles alcanzan aviones, helicópteros, drones y misiles de crucero a una distancia de hasta 10 kilómetros.
Las últimas versiones del Tunguska están equipadas con cámaras infrarrojas, sistema de rastreo de objetivos, así como una estación única de detección de blancos capaces de ver objetivos a una altura de hasta seis kilómetros.
Cubrir con un ‘caparazón’
El desarrollo posterior del Tunguska fue el sistema de cañones y misiles antiaéreos de corto alcance Pantsir-S1 —caparazón, en ruso—, adoptado en 2008. Este sistema ocupa la última línea de defensa de las instalaciones militares y civiles más importantes. Su tarea consiste en destruir municiones de alta precisión y aviones enemigos que logren pasar las zonas cubiertas por los sistemas de defensa antiaérea de largo alcance.
Los Pantsir-S1 están armados con dos lanzaderas de 12 misiles antiaéreos guiados 57E6E. Son capaces de destruir objetivos aéreos a distancias de 1,2 a 20 kilómetros y altitudes de 15 metros a 15 kilómetros. El apuntamiento se realiza prácticamente sin participación del personal: el sistema apunta contra el blanco y el operador solo tiene que pulsar un botón.
Si un avión o un helicóptero enemigo está en la zona de visibilidad directa, la tripulación utiliza el cañón doble antiaéreo 2A38M de 30 mm. Su alcance efectivo es de cuatro kilómetros, y su cadencia de tiro es de 5.000 disparos por minuto. Después de disparar, el sistema puede cambiar rápidamente su posición. Su chasis estándar es KamAZ-6560, capaz de alcanzar la velocidad de 90 km/h.
En 2015, el Pantsir-S2 de características mejoradas entró en servicio del Ejército ruso, y un año después, finalizó el desarrollo del Pantsir-SM, la última modificación del complejo. Gracias a una nueva estación multifuncional de puntería, el alcance de misiles antiaéreos aumenta hasta 40 kilómetros. Se espera que el Pantsir-SM entre en servicio antes de finales de 2017.