El ministerio de Defensa de Rusia anunció este lunes que cesará de cooperar con los Estados Unidos para evitar incidentes en los cielos de Siria y que de ahora en más, cualquier aeronave de la coalición que cruce el Éufrates será tratada como “blanco aéreo” por las defensas antiaéreas rusas.
La medida se tomó tras el derribo el domingo de una aeronave del gobierno de Bashar al Assad por parte de un cazabombardero estadounidense, luego de que el Su-22 sirio atacara en Tabqa a las Fuerzas Democráticas Sirias que son apoyadas por Washington.
El nuevo protocolo aplicará para cualquier aeronave, avión o drone de la coalición internacional liderada por los Estados Unidos que vuele al oeste del río Éufrates, el curso de agua que divide a grandes rasgos las zonas operativas de Washington y Moscú en Siria, los cuales serán “seguidos por los instrumentos aéreos y terrestres de defensa antiaérea rusa”, según el comunicado oficial.
Esta medida concluye con el memorándum de entendimiento firmado entre las dos potencias en 2015 que establecía mecanismos para el intercambio de información sobre operaciones aéreas en Siria contra el Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés), con el fin de evitar un incidente en un espacio aéreo atestado de aeronaves militares y baterías antiaéreas.
El lunes, el vicecanciller ruso Sergei Ryabkov había dicho que el derribo del avión sirio era un “acto de agresión” por parte de Washington.
“Este ataque debe verse como una continuación de la línea estadounidense de desatender la norma y la ley internacional”, dijo Ryabkov durante una conferencia de prensa, según la agencia oficial TASS. “Es una ayuda para esos terroristas contra los que los Estados Unidos están luchando”, agregó.
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