El Vaticano cerró el año con cambios significativos en su red de comunicación, en un momento decisivo para las reformas del Papa Francisco, luego de la renuncia de los portavoces del Papa, el estadounidense Greg Burke y la española Paloma García. El anuncio lo hizo la Santa Sede en un escueto comunicado en el que no se señala el motivo de la renuncia.
Francisco aceptó las dimisiones e inmediatamente designó como director provisional de la sala de prensa vaticana a Alessandro Gisotti, que hasta ahora coordinaba las redes sociales del Dicasterio para la Comunicación, el organismo encargado de la reformulación de la estructura comunicativa y que engloba a todos los medios vaticanos.
El pontífice argentino instauró en 2015, a inicios de su pontificado, la secretaría para la Comunicación del Vaticano –que ha pasado a denominarse Dicasterio para la Comunicación en 2018-, uno de los ejes fundamentales de su gran transformación de la Curia romana junto a la reforma económica y la lucha contra los abusos sexuales cometidos por parte del clero. Burke y García Ovejero han sido los primeros portavoces desde el inicio de la renovación.
El prefecto del Dicasterio, Paolo Ruffini, ha agradeció el “significativo compromiso al camino de reforma” de ambos y dijo que su dimisión respondía a “una autónoma y libre elección”. Ruffini señaló que el 2019 será un año “denso” que requerirá “un máximo esfuerzo de comunicación” dada la importancia de algunas citas y actos del Papa.
Entre las principales actividades del Sumo Pontífice para el próximo año está la cumbre crucial de febrero en el Vaticano con las Conferencias Episcopales de todo el mun do para abordar la pederastia y la protección de los menores; o la Jornada Mundial de la Juventud del próximo enero, el Sínodo de la Amazonía y varios viajes internacionales.
