El régimen cubano volvió a utilizar la fuerza pública para detener a decenas de Damas de Blanco y activistas en el marco de la jornada 67 de #TodosMarchamos. Los disidentes, que fueron detenidos violentamente, intentaban asistir a la habitual misa de los domingos.
“La represión fue fuerte, les fueron arriba a darles golpes”, denunció Luisa Ramona Toscano, una de las activistas, que logró no ser detenida por las fuerzas del régimen castrista.
“A Miramar no logró llegar nadie”, agregó.
El portal Diario de Cuba, por su parte, informó que a la sede de la organización en Lawton llegaron ocho mujeres –entre ellas, la líder Berta Soler–, el ex prisionero político Ángel Moya y un activista.
El sindicalista independiente Iván Hernández Carrillo, en tanto, utilizó la red social Twitter para advertir de que en la provincia de Matanzas habían sido arrestadas más de una decena de Damas de Blanco en su intento de asistir a la misa de los domingos.
En Jovellanos, las activistas Sissy Abascal y Annia Zamora fueron liberadas después de ser transportadas durante cuatro horas en un patrullero del régimen castrista.
Caridad Burunate, Maira García, Yenisleydis Millo, Maritza Acosta y Asunción Carillo fueron detenidas en Colón.
El portal ReportaCuba denunció también a través de Twitter el acoso policial que sufrieron desde el pasado jueves periodistas independientes como Lázaro Yuri Valle Roca o Eralidis Frómeta.