Con la aprobación este jueves de una reforma a la ley de pensiones la Asamblea Legislativa encontró una alternativa a la única posibilidad que tenía el país para obligar al gobierno a presentar un Presupuesto General de la Nación coherente con la realidad económica de la nación.
El partido Arena había ofrecido dar sus votos para pagar un tramo de la deuda que amenazaba con hacer caer al país un default y retroceder social, económica y políticamente por lo menos unos cuarenta años con el agravante de que las variables que determinan la pobreza alcanzaría a un 50% de la población, lo que significaría un verdadero escándalo político moral de consecuencias desastrosas
Como ha ocurrido con frecuencia, los políticos de ARENA no se percataron de que estaban en medio de una enorme trampa. Les hicieron creer que estaban en situación de ventaja al grado de hacerles pensar que podían imponer condiciones imposibles de cumplir políticamente hablándo, a cambio de sus votos por el endeudamiento; situación que gobierno y fmln estaban dispuestos a permitir siempre que se aprobara el endeudamiento de los más de $1,500 que requería el Estado.
El FMLN sabía lo que venía y que el nuevo Presidente del Consejo Ejecutivo Nacional, COENA, Mauricio Interiano, el COENA, se encargaría de hacer público: el gran “favor” de apoyar con sus votos un parche de $71 millones de dólares, un 2.11 % de lo que urgía el Estado para paliar la crisis.
La “gran idea” no le cayó en gracia ni al gobierno ni a su partido; entonces vino el Plan “B”: aprobar con 46 votos una reforma a la ley de pensiones que les permita hacer frente al pago de estas el mes de octubre y ganar tiempo para negociar las obligaciones con sus acreedores internacionales. ARENA se quedó “chiflando en la ladera” como se dice popularmente. !Tanto ruido y tan pocas nueces!
Los costos políticos de ese error indudablemente repercutirán en la nueva dirigencia del partido ARENA. Creemos sinceramente que Mauricio Interiano no pasó su prueba de fuego. No conocer o no tener quién le explicara los riesgos que implicaba su “oferta” de diálogo al presidente Sánchez Cerén, es verdaderamente inexplicable.
Caso contrario el del FMLN y su fuerza real en la Asamblea Legislativa, que conociendo la próxima “jugada” de ARENA, que será indudablemente la de no aprobar el Presupuesto Nacional de la Nación para el 2017, decidió hacer uso de una carta que tenía entre la manga: utilizar la ley de fondo de pensiones.
No entramos en detalles ni análisis de la medida asumida porque habrán miles de personas lo harán. Nos basta con reiterar lo que siempre hemos dicho: se equivocan quienes crean que el FMLN histórico ha desaparecido y mucho menos su alianza con la izquierda comunista del país; se equivocan quienes creen que hablar de comunistas es cosa del pasado; se equivocan quienes crean que los comunistas han renunciado a sus objetivos y propósitos establecidos desde hace más de ochenta años.
Lo que sucede ahora es que los que llamábamos “tontos útiles” apenas hace unos cuantos años son los que nos gobiernan. Se apoderaron de la expresión “tontos útiles” y la convirtieron en una astuta estrategia para engatusar a nuestro pueblo. Ahora los “tontos útiles” son otros. Lo que vimos el jueves pasado, de líderes de la derecha, de personas que se consideran democráticas, defendiendo las causas “justas” de los otrora “revolucionarios”, solo es un ejemplo de ello.
La derecha política y económica del país no debe olvidar que uno de los presupuestos históricos de la izquierda comunista sigue siendo que “allí donde hay lucha en defensa de la clase trabajadora, lucha contra la opresión, contra el hambre, por salarios mejores, por mejores leyes laborales, lucha por la unión de los trabajadores sin distinciones políticas, en resumen, lucha por una vida mejor, allí estamos los comunistas, cueste lo que cueste, pase lo que pase.”
Creemos que la anterior cita es el verdadero fondo del asunto, lo que nos lleva a considerar que ese realismo político debe ser la preocupación de la derecha salvadoreña o simplemente de los que no son comunistas, de lo contrario tendremos al FMLN en el gobierno diez, veinte o quién sabe cuantos años más.
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