Tras el encuentro bilateral dentro del la Cumbre del G-8 que se desarrolló en Lough Erne (Irlanda del Norte), Putin y Obama escenificaron ante las cámaras la ceremonia del desencuentro debido al conflicto sirio, pues Putin bloqueó hasta el final de la Cumbre el acuerdo del G- 8 sobre una salida negociada al avispero sirio y anunció la continuación de la ayuda militar, logística y de asesoramiento al régimen de Bachir el Asad, “ el único representante legítimo de Siria”, según sus palabras. Por su parte, EUU estableció como condición que “ Asad no puede jugar ningún papel en el futuro de su país y tiene que abandonar la presidencia”, algo a lo que se opuso frontalmente Rusia, consciente de que jugaba con ventaja en este pulso diplomático con Obama ante la incapacidad de EE UU y sus aliados europeos de marcar la iniciativa en un nuevo conflicto en Oriente Próximo, por lo que aprovechó la gran oportunidad que se le presentaba en el conflicto sirio de recuperar la influencia internacional que Rusia había perdido en los últimos años.
Tras la intervención de la NATO en Libia, se habría producido un inusual coincidencia de China y Rusia en forma de veto en la ONU, con lo que podríamos asistir al nacimiento de una alianza ruso-china impulsada por Putin que tendría su plasmación con la aparición en el escenario geopolítico mundial de la Unión Euroasiática como alternativa económica y militar al bloque hegemónico occidental. La nueva geopolítica rusa en Oriente Próximo pasaría por un decidido apoyo al régimen sirio de Al-Assad y al régimen iraní en su contencioso nuclear con los EEUU con el objetivo de fijar su posición como colaborador ineludible en la búsqueda de un acuerdo internacional que se plasmaría en la Conferencia de Ginebra II.
Así,según la agencia Itar Tass, Rusia reforzará su base naval en el puerto sirio de Tartus con el objetivo de resucitar la extinta Flota del Mediterráneo, (disuelta en 1992 tras la extinción de la URSS) y cuya columna vertebral estará formada por la Flota del Mar Negro , la del Norte y la del Báltico, estimando que estará operativa para el 2.015 y se verá complementada según el diario Al-Quds Al-Arabi con la futura base militar de Jableh en el noroeste de Siria, mucho más sofisticada que la anterior. Así, el Director de la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA) de EEUU, Teniente General, Michael Flynn, en un informe al Comité de Servicios Armados del Senado estadounidense y publicado por la agencia Bloomberg, avisaba de que “el arsenal sirio de misiles convencionales es móvil y puede alcanzar gran parte de Israel y grandes proporciones de Iraq, Jordania y Turquía desde lugares bien visibles dentro del país”, añadiendo que “Rusia ha vendido a Siria un misil de crucero supersónico llamado Yajont, un arma con un alcance de 300 km que supone una gran amenaza para los buques que se hallan en el este del Mediterráneo”, lo que haría inviable una zona de exclusión marítima como Libia.
Por su parte, según aurora-israel.co.il , el viceministro israelí de Exteriores Zeev Elkin, advirtió a Rusia de que los misiles antiaéreos rusos S-300 destinados a Siria amenazan la seguridad nacional del país, pues señaló que “los S-300 son un arma de alcance estratégico, apenas son relevantes para el conflicto interno sirio, pero son capaces de derribar objetivos en el espacio aéreo y marítimo israelí”, por lo que Netanyahu visitará a Putin en breve para explicarle que “Israel se reserva el derecho a la intervención armada en el escenario sirio si ve amenazado su espacio vital”. Además, según el diario Kommersant, Rusia habría empezado ya la entrega a Siria de los primeros cazas MiG-29M/M2, de un total de doce contratados en 2007, (suministro aplazado tras el inicio del conflicto en Siria), de lo que se deduce que la capacidad militar del Ejército oficial sirio dejaría pocos resquicios a las fuerzas opositoras al régimen de Al-Assad.
La situación se presenta compleja con el riesgo de convertir el avispero sirio en un conflicto regional lo que aunado con la sangría incesante de refugiados hacia Europa, hará que Francia y Alemania presionen a EEUU para celebrar la celebración de la Conferencia Internacional Ginebra II sobre Siria como seguimiento de la primera que se celebró el 30 de junio de 2012 y que fue aplazada “sine die” por EEUU hasta que se equilibrara la situación militar y que se englobaría en un escenario de solución global a los contenciosos existentes en Oriente Medio (Siria, Palestina, Irak e Irán). Sin embargo,Siria, Líbano e Irak serían tan sólo el cebo para atraer tanto a Rusia como a China y tras desencadenar una concatenación de conflictos locales (Siria, Irak y Líbano), desembocar en un gran conflicto regional que marcará el devenir de la zona en los próximos años y que sería un nuevo episodio local que se enmarcaría en el retorno al endemismo recurrente de la Guerra Fría EEUU-Rusia. Dicha Guerra involucrará a ambas superpotencias (EEUU y Rusia) contando como colabores necesarios a las potencias regionales (Israel, Siria, Egipto, Arabia Saudí e Irán), abarcando el espacio geográfico que se extiende desde el arco mediterráneo (Libia , Siria y Líbano) hasta Yemen y Somalia y teniendo a Irak como epicentro ( rememorando la Guerra de Vietnam con Lindon B. Johnson (1963-1.969) y su desenlace podría tener como efectos colaterales el diseño de una nueva cartografía favorable a los intereses geopolíticos de EEUU, Gran Bretaña e Israel con la implementación del Gran Israel (“ Eretz Israel”).
*Germán Gorráiz López nacíó en Navarra en 1957. Escribe análisis sobre temas económicos y geopolíticos. Colabora, además de en Diario SIGLO XXI, en otros medios digitales españoles y latinoamericanos como Bottup, España Liberal, Libre Pensador, Socialdemocracia.org, Alainet , CubaNuestra, Plano-Sur.org, Entorno-empresarial.com o El Mercurio Digital. A partir de esta edición, se integra a la planilla de Opinión de Diariolatino.net