El agente del grupo elite GRP de la Policía de El Salvador, perseguido después de una reunión de fin de año no autorizada hiriera a una compañera de la institución policial y luego se diera a la fuga junto con la lesionada, se ha convertido en la posible clave de grupos irregulares que actúan al margen de la ley, según algunos de sus propios compañeros que han declarado a cambio de ser tenidos como testigos criteriados.
Los policías que han declarado a cambio de beneficios se encuentran en resguardo dentro de las instalaciones de la PNC en tanto que el director de la Policía Howard Cotto, informó de una recompensa de cinco mil dólares a quien informe el paradero del prófugo
Cotto aseguró que la recompensa será para cualquier persona que “ofrezca información que ayude a dar con el paradero del agente prófugo”.
De acuerdo con las autoridades, el agente elite del Grupo de Reacción Policial (GRP), Juan Josué Castillo, hirió de bala a la agente Carla Mayari Ayala el pasado 29 de diciembre y luego huyó hasta el oriente salvadoreño en una patrulla de la institución con la mujer.
El jefe policial aseguró que tienen “información de personas que lo están apoyando” en su escape y calificado como el “más buscado” del país. Rumores sin confirmación se refieren a Castillo como líder de grupos que podrían estar involucrados en ejecuciones extrajudiciales y otros delitos que lo hacen extremadamente peligroso.
Cotto suspendió temporalmente las operaciones del GRP mientras se investiga el incidente, que se dio tras una “fiesta navideña”, y por el que también han sido detenidos cuatro compañeros de Castillo por supuestamente permitir su huida y dos de sus familiares