Artículo de Opinión de Eduardo Vázquez Bécker.-
Con la inconcebible actitud de la ministra de Medio Ambiente y la complicidad del alcalde capitalino, Ernesto Muyshondt, ha quedado demostrado una vez más, que el plan orquestado para apropiarse de los contratos entre las principales alcaldías del país y MIDES para el tratamiento de los desechos sólidos, está funcionando a la perfección.
Dicho plan ha venido siendo denunciado, desde hace más de dos años, por el empresario Enrique Rais quien ha señalado con abundancia de pruebas la existencia de lo que se ha dado en llamar la “Mafia canadiense-salvadoreña” encabezada por los señores Matteo Pasquale y Franco Pacetti, quienes, a pesar de ser verdaderos prófugos de la justicia y perseguidos de la Interpol con cargos de narcotráfico, operan impunemente en el país con la complicidad de empresarios de la competencia y ahora con funcionarios gubernamentales a quienes no les interesa la seguridad jurídica del país.
De todos es conocido que la historia de Mides es la historia de un proyecto del exalcalde Héctor Silva y las principales alcaldías del FMLN que derrumbó la corrupción luego que ni Silva ni los canadienses pudieron dar cuenta de un faltante de más de cinco millones de dólares y que lo llevó a la quiebra.
En esas circunstancias, Rais adquirió el proyecto mediante una operación mercantil legítima que lo hizo propietario del 90% de las acciones de MIDES convirtiéndolo en un negocio exitoso y rentable. Esa, y no otra, es la razón de porqué el empresario Rais está siendo acosado y despojado de los contratos suscritos con las alcaldías del país.
El infructuoso pleito de los canadienses que reclamaban derechos sobre MIDES, ha llevado al empresario Rais por un viacrucis judicial que lo mantiene fuera del país, – observando desde lejos cómo sus competidores desleales se apropian de lo que tanto esfuerzo le costó-, luchando contra la indiferencia y el acoso de una fiscalía que no se resigna a admitir que los juicios que sigue en su contra carecen de pruebas fehacientes.
Como corolario inesperado la ministra de Medio Ambiente, arrogándose facultades que no le competen, asume la defensa del alcalde Muyshondt y se toma la libertad de viajar a Colombia para justificar la teoría “leonina” con la que el alcalde arenero se niega a pagar lo que legalmente debe a MIDES. Los abogados de Rais ya anunciaron que acudirán a la Fiscalía General de la República para deducir responsabilidades a la ministra Lina Pohl.
Coincidentemente, aparece en un botadero ilegal el alcalde Muyshondt con el sobrino de Adolfo, “fito” Salume, Nicolas, “niquito” Salume, anunciando su decisión de contratar arbitrariamente a la empresa de este último, PULSEM, los servicios a las alcaldía del gran de San Salvador, incluía la de Santa Tecla, durante la emergencia ambiental que afronta, según el edil.
Con el objeto de no pagar a MIDES el adeudo por servicios prestados que asciende a varios millones de dólares, la comuna capitalina y cinco alcaldías del área metropolitana de San Salvador anunciaron el jueves que podrían enfrentar una crisis sanitaria, debido a la amenaza de que Mides podría suspender sus servicios a la comuna mientras no se pusiera al día o al menos abonara considerablemente a la deuda pendiente de pago.
El relleno sanitario que administra PULSEM está ubicado en el cantón Melara del Puerto de La Libertad donde opera en aparente violación a las leyes ambientales del país.
Sean peras o sean manzanas, la verdad es que ahora nadie puede poner en dudas las denuncias que por tanto tiempo ha venido haciendo el empresario Enrique Rais de Rais. Quizás es tiempo de que la Fiscalía General de la República se quite la venda de los ojos y evite que se consuma una injusticia que daría al traste con el Estado de Derecho en El Salvador.
