Pitos de bocinas de automóviles y ‘cacerolazos’ muestran parte de la ciudadanía contra las decisiones del presidente Bukele

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Los salvadoreños volvieron el jueves, por tercer día consecutivo, a sonar las bocinas de sus automóviles y golpear sus cacerolas, expresando su descontento por algunas medidas tomadas por el Ejecutivo salvadoreño, liderado por el presidente Nayib Bukele, para contener la pandemia del COVID-19.

Bukele ha defendido  las medidas implementadas ante sus críticos y reconoce que, aunque que son incómodas, en su opinión son necesarias.

Según el mandatario salvadoreño, sus medidas son “la única esperanza para evitar una catástrofe sanitaria” en El Salvador.

Suspender el transporte público, impedir a las personas movilizarse de un municipio a otro y limitar a los ciudadanos cuando pueden comprar comida, medicinas y realizar trámites bancarios a solo dos veces por semana, regulándolos a través del número último su documento de identidad, fueron las gotas que rebalsaron la paciencia de la ciudadanía.

Con el ‘moto’ “Hacé bulla”, la protesta ciudadana convocada por diferentes personas a través de redes sociales se ha incrementado desde el martes para que durante tres días, a las 8 P.M., la población pueda expresar su desacuerdo por los abusos en que el gobierno ha incurrido en el manejo de la emergencia por el coronavirus.

Los descontentos aseguran que el Gobierno viola sus derechos constitucionales y pone en riesgo el trabajo de los salvadoreños, al no dar a conocer un plan de reactivación gradual de la economía.

Por su parte, el secretario privado de la Presidencia, Ernesto Castro, dijo el jueves a periodistas que estas formas de expresión son muestra de la democracia existente en el país. De acuerdo con el funcionario, «la gente puede manifestarse de la manera que sea, siempre y cuando no se dañen los derechos de los otros».

Sin embargo, un ejército de troles y ‘blogueros’, supuestamente controlados desde oficinas dentro de la Casa Presidencial, ataca la opinión de cualquier disidente en las redes sociales y medios afines al Gobierno.

El miércoles, ante un vídeo que corrió en las redes sociales donde se peida despertaran a la hija de Bukele, Layla, el mandatario despotricó de manera acre: “Cuando vi este video, me indigné. Luego recordé que los padres de muchos de los que salen a pitar mataron curas, violaron monjas, financiaban escuadrones de la muerte, saquearon nuestro país. Lo que hacen sus hijos no es nada en comparación”.

Al mensaje del presidente, algunos respondieron en Twitter que hacen uso de su derecho de expresarse y que lo continuarán haciendo cada noche.

Bukele, utilizandouna de las ‘banderas’ que utilizó uno de sus antecesores, el ahora fugitivo de la justicia y ex presidente de El Salvador, Mauricio Funes Cartagena, ‘el odio de clases’, había compartido en su cuenta de Twitter varios mensajes de personas que restan importancia al descontento y lo atribuyen a una acción organizada “por ricos”, a pesar que en zonas populosas también se escucharon miles pitos y cacerolazos.

Las protestas ocurren a pocas semanas de que Bukele cumpla el primero de cinco años de como presidente de El Salvador.

Con información de Agencia Digital de Noticias -ADN-