Por BERNARDO PEREZ (EL PAÍS) .-El Partido Popular, que hace cuatro años rozó el 50% de los sufragios y lleva gobernando la capital, Madrid, con mayoría absoluta desde hace 24 años, se ha hundido en las elecciones municipales celebradas este domingo y, pese a resistir como la fuerza más votada, podría perder la alcaldía si Ahora Madrid y el PSOE forjan una alianza.
Con el 99,7 % de los votos escrutados, la candidata del PP, Esperanza Aguirre, ha obtenido 21 concejales, frente a los 20 de Manuela Carmena, cabeza de lista de la formación integrada por Podemos y Ganemos. Aguirre ha superado en porcentaje de voto a su rival (34,5% el PP, 31,9% Ahora Madrid), pero Carmena podría gobernar con el apoyo del socialista Antonio Miguel Carmona. El PSOE ha sumado el 15,3% de los votos y nueve concejales. La mayoría absoluta son 29 concejales.
Ciudadanos ha obtenido el 11,4% de votos y siete concejales. Izquierda Unida (1,7%) y Unión Progreso y Democracia (1,8%) se han quedado fuera del pleno municipal al no superar la barrera del 5% de votos. Vox ha sumado el 0,6%.
En caso de que ningún partido lograra cerrar un pacto para asegurar la mayoría absoluta, gobernaría la lista más votada. Es decir, si Ahora Madrid no obtiene el respaldo del PSOE en la primera votación, dentro de 20 días, Aguirre (que durante la campaña calificó esa alianza como “coalición de perdedores”) sería automáticamente alcaldesa en la segunda votación. Tan solo 10.000 votos han separado al PP de restar un concejal a Ahora Madrid, arrebatando así la posibilidad de una mayoría absoluta a la izquierda.
En su papel de presidenta del PP madrileño, Aguirre ha comparecido ante la prensa a medianoche para presumir de que su formación ha sido la más votada “tanto en la Comunidad como en el Ayuntamiento” de la capital, y ha ganado además en 119 de los 179 municipios de la región. Como candidata, ha indicado: “Hemos vencido: de acuerdo con la ley, como el partido más votado, tendríamos la alcaldía siempre que no haya un acuerdo con otros partidos”.
Pero por primera vez en un cuarto de siglo, una coalición de izquierda puede llevar al PP a la oposición en el Ayuntamiento: “Hemos recibido el mensaje de los madrileños, somos conscientes de que hemos pasado del 48% al 34% de los votos. Tanto si soy alcaldesa como si hay un pacto que me envía a la oposición, seguiré representando y defendiendo los principios y valores del partido, liberal y conservadores, desde el lugar donde me han puesto”.
¿Qué “mensaje” ha recibido Aguirre? Mucho más pausada que durante la campaña electoral, y respondiendo a las preguntas de los periodistas como los responsables nacionales de su partido no han hecho, la candidata ha explicado: “El mensaje es la crisis tan larguísima, que si bien se le ha dado la vuelta sigue siendo muy larga y sigue habiendo mucha gente en el paro; la corrupción, que sin duda nos pasa factura; y un cierto desapego hacia los políticos, que es consecuencia de la ley electoral”.
El candidato socialista, Antonio Miguel Carmona, se ha comprometido a lo largo de la campaña electoral a respaldar a la candidatura “progresista” más votada, lo que allanaría el camino hacia la alcaldía a Manuela Carmena. Pese a la derrota incontestable (el PSOE pierde cuatro concejales y pasa a ser tercera fuerza política en el Ayuntamiento), podría salvar así la cara con un pacto que le permitiera entrar en el gobierno municipal.
Su posición en el partido es delicada: frente al respaldo sin fisuras que el secretario general, Pedro Sánchez, ha brindado al candidato regional, Ángel Gabilondo, el apoyo a Carmona ha estado siempre en entredicho. Sánchez apartó en febrero al secretario regional, Tomás Gómez, y colocó en su lugar como candidato a Gabilondo; entonces, Carmona salió a defender a Gómez, aunque luego se distanció de su “amigo”.
La aspirante de Ciudadanos, Begoña Villacis, había prometido apoyar al partido más respaldado. Sin embargo, sus votos no permitirán elevar a la alcaldía a Aguirre, lo que en cierto modo será un alivio para su formación aunque perderá su condición más ansiada: ser bisagra de los pactos en el pleno municipal entre izquierda y derecha. “Las mayorías absolutas han sido un ejercicio de absolutismo que han alejado mucho a personas como yo, que en su día si se veían reflejadas en los grandes partidos”, señaló anoche Villacis.
La pugna entre Ahora Madrid y el PP ha partido en dos la ciudad. Hace cuatro años, los populares ganaron en todos los distritos excepto en Puente de Vallecas (PSOE). En esta ocasión, se han impuesto en Barajas, Chamartín, Chamberí, Ciudad Lineal, Fuencarral, Hortaleza, Moncloa-Aravaca, Moratalaz, Salamanca y Retiro. La formación de Manuela Carmena ha sido la más votada en Arganzuela, Carabanchel, Centro, Latina, Puente de Vallecas, San Blas-Canillejas, Tetuán, Usera, Vicalvaro, Villaverde y Villa de Vallecas.
En la capital han votado 1.558.198 personas, el 68,66% de los madrileños con derecho a sufragio. La abstención ha alcanzado el 31,34%. Ha habido un 0,97% de votos en blanco y un 0,77% de votos nulos. Hace cuatro años, la participación fue del 67,22%, con una abstención del 32,78%. Hubo un 2,84% de votos en blanco y un 1,82% de votos nulos.