En la homilía, el Santo Padre se dirigió a los jóvenes: “Queridos amigos, miren a los verdaderos héroes que salen a la luz en estos días: no son aquellos que tienen fama, dinero y éxito, sino aquellos que se entregan para servir a los demás. – dijo Francesco – siéntete llamado a arriesgar la vida. ¡No temas gastarlo para Dios y para los demás, lo ganarás! Porque la vida es un regalo que recibes al darte a ti mismo. Y porque la mayor alegría es decir que sí. amar, sin peros. Como Jesús hizo por nosotros “.
La misa se llevó a cabo sin peregrinos debido a las reglas para contener el contagio del coronavirus . El crucifijo de San Marcello y el ícono del Salus Populi Romani fueron colocados en el altar. Los fieles de todo el mundo pudieron seguir la celebración desde su hogar. El pontífice abrió así los ritos de la Semana Santa anterior a la Pascua, que proporcionan una veneración extraordinaria de la Sábana Santa en los días del Triduo , en la televisión en vivo y en la web.
En la basílica del Vaticano, las pocas personas presentes (el arcipreste de la basílica, el cardenal Angelo Comastri, algunas monjas, los lectores), se sentaron una por banca. Algunos operadores de medios también están permitidos, dado que se transmitió la masa, y los fotógrafos; Algunos llevaban máscaras. Además de las personas que ayudan al pontífice en la celebración, incluidos ministros y cantantes, y los operadores de medios, había unas quince personas en la basílica.
En la homilía, el Papa dijo: “Hoy, en la tragedia de la pandemia, ante tantas certezas que se desmoronan, ante tantas expectativas traicionadas, en el sentido de abandono que aflige nuestros corazones, Jesús dice a cada uno:” Valor : abre tu corazón a mi amor. Sentirás el consuelo de Dios, que te sostiene “.
