Vuelven a implicar al expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en otro caso de corrupción.
Según medios locales, la Policía Federal acusa a Lula da Silva de formar parte de una red de corrupción que recibía sobornos por parte de fabricantes de automóviles a cambio de la aprobación de leyes favorables a su actividad.
Las empresas automovilísticas habrían pagado hasta 6.000.000 reales (aproximadamente USD $2.000.000) para recibir un trato de favor desde el Congreso, y el dinero sería para el Partido de los Trabajadores (PT), entonces en el poder, y al que pertenece Lula.
La policía asegura que tiene pistas suficientes para acusar al exmandatario, pero ahora debe pasar la denuncia por la Fiscalía, que será la encargada de decidir si continúa con la investigación o la archiva.
“Hay indicios suficientes de materialidad y autoría de delitos de corrupción activa por las negociaciones y ofrecimiento de ventajas indebidas”, indica la denuncia facilitada por TV Globo.
Da Silva, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010, acumula otros cinco procesos abiertos en la Justicia brasileña, todos por corrupción vinculados al caso de la estatal petrolera Petrobras.
Según solicitó la Corte Suprema con base en las delaciones de 77 exdirectivos de la compañía Odebrecht que se sumaron a un acuerdo de colaboración judicial, el exjefe de Estado podría llegar a ser investigado en otros seis procesos más.
Si el expresidente llegara a ser condenado en alguna de esas acusaciones, podría impedirle presentarse a las elecciones presidenciales de 2018, las cuales lidera según las encuestas.