Nicaragua: Gobierno suspende 7 proyectos del PNUD

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Hace 15 meses la representante del PNUD, Silvia Rucks, presentó sus cartas de acreditación ante cancillería. El viernes deja el puesto.

El gobierno de Daniel Ortega asumió el control directo, “sin intermediarios”, de la gestión e implementación de los programas financiados a través de fondos de la cooperación externa, provocando la suspensión inmediata de al menos siete proyectos manejados por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, cuya representante Silvia Rucks dejará el cargo de forma intempestiva el próximo viernes.

La decisión oficial sorprendió a los diplomáticos por la forma brusca en que se anunció, aunque representa la última etapa de un proceso que se viene ejecutando desde 2009, cuando empezó el retiro de las principales agencias cooperantes. El objetivo final es centralizar el manejo oficial de la cooperación externa, para alinearla a la estrategia política y económica del gobierno. “Resulta irracional que se consigan fondos externos para que sean ejecutados por terceros, si el gobierno cuenta con unidades ejecutoras que lo pueden hacer bien o mejor”, resumió una fuente gubernamental ligada al tema de cooperación que habló con Confidencial.

“Decisión soberana“

El pasado 22 de septiembre los responsables de todos los programas de cooperación externa bilateral y multilateral en Nicaragua, fueron citados a una reunión en cancillería presidida por el procurador Hernán Estrada, el Ministro de Hacienda Iván Acosta, y la nueva secretaria de cooperación externa Arlette Marenco, quien sustituyó en el cargo al vicecanciller Valdrack Jaentschke.

El mensaje fue que “siendo ahora Nicaragua un país de ingreso medio, por una decisión soberana del gobierno todas las gestiones de cooperación externa y la implementación de los proyectos se realizarán sin ninguna clase de intermediarios”, reveló un diplomático latinoamericano que participó en la reunión.

Según los datos oficiales, hasta este martes Nicaragua seguía siendo el segundo país más pobre de América Latina, con un 42% de la población ubicada por debajo de la línea de pobreza, con una leve mejoría en el ingreso per cápita que alcanzó un rango de 1,830 dólares. Sin embargo, este martes el gobierno presentó la encuesta de medición de vida realizada en 2014, con el acompañamiento del Banco Mundial, según la cual la pobreza se redujo a un 29.6% de la población.

El golpe de timón en el manejo de la cooperación externa parte de la premisa de que el gobierno ahora posee mayor capacidad para ejecutar proyectos, y además cuenta con su propia base de datos y estadísticas de indicadores sociales para evaluar los resultados.

Economistas independientes e investigadores sociales denunciaron la semana pasada una situación de “apagón informativo”, por el atraso en la publicación de estadísticas oficiales y el mismo censo de población, al extremo de que el PNUD dejó de publicar el Informe Nacional de Desarrollo Humano desde 2011, por la inexistencia de indicadores sociales actualizados.

Revisan proyectos caso por caso

La decisión gubernamental afecta a todas las agencias de cooperación, pero en particular al PNUD de Naciones Unidas que actúa como una agencia movilizadora de recursos externos.

“El gobierno pidió respeto y apoyo a esta decisión soberana”, explicó la fuente diplomática que estuvo en la reunión, y de inmediato se inició una revisión de los programas del PNUD, caso por caso. En una semana, se produjo el cierre de siete programas del PNUD, a los que luego se sumaron otros que están en proceso de revisión.

Los proyectos suspendidos se encontraban en distintas etapas de planificación y ejecución en diversos municipios del país, incluyendo las regiones autónomas del caribe, y el gobierno convocó de forma individual a los donantes bilaterales – Suiza, Alemania, Francia y Japón, entre otros— así como al Banco Mundial y la Unión Europea para reorientar dicha cooperación de forma directa hacia los Ministerios, pero hasta ahora se desconocen los resultados de estas negociaciones.

El PNUD maneja una cartera de proyectos con un presupuesto de ejecución de unos 20 millones de dólares anuales y sus programas están agrupados en torno a cuatro ejes programáticos: “Desarrollo con equidad, Gobernabilidad Democrática, Medio ambiente y energía, y equidad de género”, que de alguna manera ofrecían un espacio para promover la participación de la sociedad civil, con estándares básicos de transparencia pública.

“Está claro que no solo quieren controlar más proyectos, sino que hay un interés en sacar del juego al PNUD”, comentó la fuente diplomática latinoamericana. Al parecer el gobierno se está viendo en el espejo de Guatemala después de las investigaciones de la Cicig y las protestas que culminaron con la renuncia del presidente Pérez Molina. “Hay una especie de paranoia con la cooperación externa y los programas que involucren apoyo a la sociedad civil”, advirtió la fuente.

Con información de elconfidencial.com.ni (Carlos Fernando Chamorro)