Los océanos ya están sufriendo las consecuencias del calentamiento global. El aumento de la temperatura del agua debido a las emisiones de CO2 afecta a las especies que viven en el océano. Afortunadamente, algunos organismos son capaces de transformar su fisiología y su morfología para adaptarse a los cambios del clima y sobrevivir. Así lo demuestra un estudio publicado esta semana en la revista Nature, que concluye que el pez payaso o anémona (Amphiprion chrysopterus), famoso por la película Buscando a Nemo, presenta un mayor nivel de estrés y un descenso en sus hormonas reproductivas cuando la anémona en la que habita sufre un blanqueamiento debido al aumento de la temperatura del océano. Este tipo de pez convive con las anémonas, las alimenta y evita que sufran posibles infecciones bacterianas a cambio de protección ante cualquier amenaza. Las anémonas, al igual que los arrecifes de coral, mantienen una relación de colaboración (conocida como simbiosis) con un alga llamada Zooxantela, de la que obtienen su coloración. Cuando se produce un calentamiento del agua, las anémonas se desprenden de sus zooxantelas y pierden su pigmentación, adquiriendo una tonalidad blanquecina.
Para realizar el estudio, los investigadores analizaron los niveles de estrés y de las hormonas reproductivas del pez payaso antes, durante y después del proceso de blanqueamiento de las anémonas en la Polinesia francesa (Oceáno Pacífico). Comparando las respuestas fisiológicas de los peces que habitaban en anémonas blanqueadas y sin blanquear, hallaron que aquellos que residen en las primeras mostraban altos niveles de cortisol en la sangre, la hormona que se libera como respuesta al estrés. Asimismo, sus hormonas reproductivas también disminuyeron. Esto supuso que, durante el periodo en que sus anémonas fueron blanqueadas, redujeron un 73% su fecundidad, mientras que los peces de las anémonas no blanqueadas no sufrieron ningún cambio en su reproducción. Cuando las anémonas se recuperaron, el pez se reprodujo con normalidad. “El calentamiento y posterior blanqueo afecta, por tanto, a la población. Si el blanqueamiento se prolongara, el impacto en la reproducción sería también mayor”, sostiene Ricardo Beldade, investigador del Centro Nacional para la Investigación Científica francés (CNRS, por sus siglas en francés) y autor principal del estudio. ¿Puede afectar el blanqueamiento a otras especies? En su estudio, los investigadores observaron las 464 especies de peces costeros de la Polinesia francesa y encontraron que 56 de ellas, un 12%, son simbiontes de las anémonas o corales, es decir, viven asociadas a ellos, ya sea por alimento o por refugio. Por ello, los científicos ven probable que respondan de manera similar que los peces payaso y que afecte también a su capacidad reproductiva. “Concluimos que los efectos del blanqueamiento en este ecosistema jugarán, y probablemente ya lo hayan hecho, un papel crucial en la población marina”, afirma Suzanne Mills, investigadora de la Escuela Práctica de Estudios Secundarios de París (EPHE) y coautora del estudio. Sin embargo, este trabajo también sugiere que hay esperanzas para salvar a esta especie. Así, descubrieron que algunas de las anémonas que fueron sometidas a temperaturas elevadas no se blanquearon. Los autores consideran que “sería interesante saber qué hace que resistan a las altas temperaturas, si es por el tipo de algas que habitan en ellas o si se trata de diferencias específicas del individuo”, señalan Beldade y Mills. De esta manera, se podría fomentar la reproducción de las anémonas resistentes.