Agencias, Redacción de DL y medios locales,- Contra todas las predicciones de los partidos tradicionales de Chile y la amenaza de que un nuevo millenial (el primero es Bukele)estaría en el escenario latinoamericano, Gabriel Boric, es el presidente electo de Chile. pero a diferencia de quienes creían que decir millenial era decir lo mismo en todas partes, con este nuevo presidente chileno las cosas parecen ser diferentes.
Los principales medios informativos de El Salvador destacan en sus ediciones de este miércoles que los que pensaban que el ahora más joven presidente de América Latina, el chileno Gabriel Boric, sería una copia calcada de del presidente salvadoreño Nayib Bukele, estaban equivocados.
Aunque algunas de sus características parezcan similares, magnetismo y habilidad para el manejo de las redes sociales, con una oferta de cambios, lejos está el chileno Boric de querer ser un símil del presidente Nayib Bukele. quien autodenominándose “cool” y presidente CEO por ser millenial
Quizá por esas semejanzas se puede comparar a los dos políticos latinoamericanos; sin embargo el chileno Boric, ya definió muy bien cuál es el ejemplo que no seguirá para su gobierno: el caso de Bukele en El Salvador.
“Me siento muy lejos de Nayib Bukele, por ejemplo. Él es de un autoritarismo populista que destruye instituciones”, señaló el presidente electo durante una entrevista al medio digital chileno La Cuarta, en el pasado mes de junio, cuando Boric era aún candidato y se le consultó sobre cuáles eran sus referentes de gobierno.
Para cuando el chileno hizo esas declaraciones, Bukele ya cumplía dos años en un gobierno poco transparente, en el que algunos de sus funcionarios ya habían sido señalados por corruptos en la lista Engel de Estados Unidos y había invadido la Asamblea que no le favorecía con el poder militar. En mayo de 2021, un mes antes a las declaraciones, ya había impuesto a su fiscal general e instalado a los magistrados de la Sala de lo Constitucional para que emitieran resoluciones a su favor, como la habilitación a una posible reelección presidencial, algo prohibido por la Constitución salvadoreña.
A pesar de que ambos son políticos millenials y de que llegan a gobernar con esperanzas de cambio en democracias dominadas por partidos tradicionales, existen grandes y marcadas diferencias entre Boric y Bukele. Una de ellas es el respeto a la institucionalidad que promete el chileno y a la cual el gobierno salvadoreño ha faltado reiteradamente.
Boric también anunció en un momento que repensará el rol que debe tener una primera dama. Aunque aún no está casado, el chileno ha manifestado que no pretende dar ese cargo a alguien simplemente porque sea de su cercanía o que deba obedecer a lazos sanguíneos, sino que debe responder a méritos propios en roles adecuados. En cambio Bukele, tan solo en su primer círculo de confianza, ya ha instalado “ad honorem” a sus hermanos o amigos de su círculo cercano, patrón que repiten otros de sus funcionarios y diputados oficialistas que han contratado familiares en cargos del aparato de Estado.
Son muchas y marcadas las diferencias entre ambos políticos, a los cuales los une su historia deslumbrante al ser electos, juventud y con aires que pueden representar frescura política, pero que, en el caso del mandatario salvadoreño, ha sido un discurso solamente utilizado a su favor. Las esperanzas entre los chilenos continúan y a medida que Boric llegue al Palacio de La Moneda y avance en el poder, se determinará si cumple con su promesa de distanciarse de la forma de gobernar de Bukele.