Al menos dos jóvenes estudiantes murieron por disparos el miércoles en Venezuela durante una masiva jornada de protestas, incrementando a siete los fallecidos durante una ola de manifestaciones contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Los opositores, que marcharon en varias ciudades del país, fueron reprimidos salvajemente por las fuerzas de seguridad con gases lacrimógenos, explosivos, balas de goma y camiones hidrantes, mientras que en Caracas decenas de miles de adeptos de Maduro se congregaron en respaldo al mandatario sin ser disuadidos por policías.
En horas de la mañana, un grupo de supuestos simpatizantes del oficialismo, que intentó impedir una movilización opositora en una zona de clase media de la capital, abrió fuego y segó la vida de Carlos Moreno de un disparo en la cabeza.
El estudiante universitario de 17 años no participaba de las protestas. Iba a jugar fútbol cuando fue alcanzado por una bala, relató uno de sus tíos.
Más tarde, en la ciudad occidental de San Cristóbal, otra estudiante universitaria, Paola Ramírez, de 23 años, perdió la vida por un disparo de supuestas hordas de motoristas ligadas al oficialismo que abrieron fuego contra ella cuando se retiraba de una protesta, dijeron a Reuters familiares y testigos.
“Veníamos regresando (de la marcha) en la moto. La dejé a una cuadra donde ella iba a buscar a la hermana a pie y yo me fui a guardar la moto”, relató su novio, con lágrimas en los ojos, frente al cuerpo de Ramírez. “Se escucharon detonaciones y cuando llegué estaba ahí tirada. Yo la cuidé lo más que pude”.
El Ministerio Público informó que inició las investigaciones sobre ambas muertes.
El ambiente político se calentó recientemente en el país petrolero luego de que el Poder Judicial se arrogara prerrogativas del Parlamento dominado por la oposición, generando protestas en casa y llamados internacionales a respetar la democracia.
Los adversarios de Maduro -y varios gobiernos de América y Europa- aseguran que Venezuela es gobernada por una dictadura que apresa a los disidentes, viola los derechos humanos y donde millones sufren por la escasez de alimentos y medicinas.
“No desmayen pese a la despiadada represión que algunos efectivos de la Guardia Nacional y la Policía realizan contra la manifestación pacífica”, pidió a sus huestes el diputado opositor Freddy Guevara.
“Continuaremos en las calles”, agregó en plena marcha en Caracas, donde la Guardia y la Policía desplegaron un nutrido contingente de efectivos antimotines secundados por tanquetas.
A pesar de que el Tribunal Supremo de Justicia revirtió las polémicas sentencias que bloqueaban la labor parlamentaria, el cerco continúa ya que la Asamblea Nacional no ha podido aprobar ni una sola ley desde que la oposición ganó la mayoría de sus curules a fines del 2015.
Y el miércoles, los adversarios de Maduro prometieron seguir en las calles de Venezuela presionando por la separación de poderes, elecciones anticipadas, la liberación de un centenar de presos políticos y la apertura de un canal humanitario para aliviar la escasez de alimentos y medicinas.
Pero, en medio de las masivas manifestaciones opositoras y de la presión internacional, Maduro denunció un intento de golpe de Estado en su contra y pidió que no se entrometan en los asuntos de su país.
“Hemos tenido un día de pueblo en la calle, y cuando el pueblo bolivariano está en la calle hay paz”, dijo el mandatario ante una marea vestida de rojo que se congregó en Caracas.
“Pretendieron asaltar el poder y los hemos derrotado otra vez, a los golpistas, a la derecha corrupta intervencionista”, agregó arengado por consignas como “¡El pueblo unido jamás será vencido!”.
Capturados
El director del Foro Penal Venezolano, Alfredo Romero, informó que al menos 270 personas fueron detenidas durante las protestas en todo el país.
Con más de 40 arrestos, Nueva Esparta encabeza la lista de estados con mayor cantidad de detenidos. En segundo lugar se encuentra Táchira, con 32 arrestos. Hasta el momento se desconocen las identidades de los ciudadanos privados de su libertad.
El presidente Nicolás Maduro había declarado previamente, durante un acto en el centro de Caracas, que unos 30 supuestos “violentos terroristas” habían detenidos este miércoles. “Más de 30 encapuchados, violentos terroristas. A más de 30 se le han puesto los ganchos hoy, identificados plenamente. Y además, en horas de la madrugada, se capturó y se encuentra convicto y confeso uno de los jefes de estas bandas terroristas (…) con armas, explosivos y planes de violencia para el día de hoy”, afirmó.
En el último mes, las manifestaciones opositoras han sido reprimidas por las fuerzas de seguridad, dejando cientos de heridos y detenidos y siete fallecidos, dos de ellos por heridas de bala de policías.
La oposición acusa a Maduro de ser responsable de la grave crisis económica que sufre el país petrolero, pero el presidente, quien asumió en el 2013 para un mandato de seis años, ha rechazado los señalamientos.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, dijo el miércoles que su país está observando de cerca la situación política en la nación sudamericana y que le preocupa que el Gobierno de Maduro silencie a la oposición.