El presidente argentino, Javier Milei, pidió el jueves al Mercosur una mayor apertura comercial, advirtiendo que si no flexibiliza su burocracia podría rever su lugar en el bloque regional que también integran Brasil, Paraguay y Uruguay.
El libertario Milei hizo estas declaraciones en el cierre de la Cumbre del Mercosur que se celebró el miércoles y jueves en Buenos Aires, donde el mandatario argentino evitó reunirse con su par de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, con quien mantiene profundas diferencias políticas e ideológicas.
Brasil y Argentina son las mayores economías de Sudamérica y poseen fuertes vínculos comerciales.
La cumbre estuvo teñida por la expectativa de la visita de Lula a la expresidenta argentina de centroizquierda Cristina Fernández de Kirchner, detenida con prisión domiciliaria por corrupción en un apartamento de Buenos Aires, que ocurrió el jueves al mediodía al finalizar la cumbre.
«Queremos que se considere nuestra presidencia pro tempore como un ejercicio sincero de que el Mercosur adopte, como bloque, las reformas pro libertad comercial que necesita. Y esperamos, con la misma sinceridad, que la próxima presidencia acompañe las medidas que hemos tomado», dijo el presidente ultraliberal argentino en el discurso final.
Y advirtió que si no cambia la estructura burocrática «elefantiásica» que dijo que ostenta el Mercosur, Argentina podría retirarse del bloque regional.
«Emprenderemos el camino de la libertad y lo haremos acompañados o solos, porque Argentina no puede esperar. Necesitamos más comercio, más actividad económica, más inversión y más trabajo», dijo Milei, quien mencionó avances en la negociación de acuerdos comerciales con Emiratos Árabes Unidos, India, Israel, El Salvador, República Dominicana y Panamá.
Más tarde, Lula defendió al bloque diciendo que estar en el Mercosur «nos protege» de los embates externos, al tiempo que reiteró su intención de que se firmen antes de fin de año el postergado acuerdo comercial con la Unión Europea y el pacto con el bloque europeo EFTA, integrado por Lichtenstein, Islandia, Noruega y Suiza, alcanzado el miércoles en la cumbre.
El Mercosur y la Unión Europea llegaron a un acuerdo para un tratado de libre comercio en diciembre, pero aún debe ser aprobado por los países miembros de la UE. Francia lidera la oposición al tratado, mientras que España y Alemania están entre quienes lo apoyan.
Lula también dijo que el Mercosur profundizar sus lazos con naciones asiáticas, a las que describió como el «centro dinámico» de la economía global.
«Nuestra participación en cadenas globales de valor se beneficiará de lazos más cercanos con Japón, China, Corea del Sur, India, Vietnam e Indonesia», dijo el mandatario de Brasil, que recibió la presidencia pro tempore del bloque de manos de Argentina y enumeró los ejes de su futura gestión, como la promoción de políticas para combatir el cambio climático.
Además de anunciar durante la cumbre el pacto con EFTA, los presidentes de los Estados miembros del Mercosur firmaron el miércoles un acuerdo que establece que cada país pueda ampliar en hasta 50 rubros las excepciones al Arancel Externo Común (TEC), una de las bases del bloque sudamericano.
La ampliación de las excepciones había sido solicitada por Argentina pero aceptada por los demás países, ya que los miembros del bloque se han visto afectados por los aranceles estadounidenses y están en proceso de negociación.
Con informes de reuters