La Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada) de Venezuela impidió hoy con chorros de agua y gases lacrimógenos que la marcha convocada por la oposición llegara hasta la Cancillería, ubicada en el centro de Caracas.
La oposición al régimen militar de Nicolás Maduro decidió marchar al ministerio de Relaciones Exteriores el mismo día en que se celebra la reunión de la OEA en Washington.
Los venezolanos se movilizan desde 22 puntos de la capital para exigir el cese de la represión chavista, la apertura de un canal humanitario, la liberación de los presos políticos y la convocatoria a elecciones en el corto plazo.
El líder opositor Henrique Capriles pidió a los venezolanos que, mientras se celebra en la Organización de Estados Americanos (OEA) una reunión de consulta de cancilleres sobre la crisis política en el país, demuestren en las calles que son “millones” los que quieren un cambio.
La brutal represión se da mientras los ministros de Relaciones Exteriores de América debaten la crisis –que el régimen niega– en una reunión de consulta en la OEA, a la que llegan divididos sobre el papel que debe jugar la región.
Aún no hay una propuesta de consenso y están sobre la mesa varias opciones planteadas por diferentes grupos de países, según las fuentes diplomáticas consultadas por periodistas.
Venezuela quedó sumida en una crisis institucional desde el pasado 1 de abril, cuando el Supremo intentó asumir las funciones del Parlamento, de mayoría opositora, aunque posteriormente revirtió en parte esa decisión.
La oposición convocó protestas en contra de esa resolución y para exigir la convocatoria de elecciones generales, entre otros temas.
En las manifestaciones al menos 74 personas han muerto y más de un millar han resultado heridas.