Messi obra el milagro de llevar a Argentina al Mundial

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El partido, en las asfixiantes alturas del Olímpico Atahualpa de Quito (2.850 metros), empezó con un balde de hielo para la albiceleste, muy cuestionada en el largo camino a Rusia.
A los 38 segundos, el joven Romario Ibarra abrió el marcador para los andinos al cruzar un balón picado con la zurda tras una pared de cabeza con Roberto Ordóñez.

Una pulga espectacular

Pero rápidamente Messi, determinado a evitar un desastre nacional en un país con fervor casi religioso por el fútbol, tomó las riendas y, desde su posición de 9, volteó el marcador en pocos minutos.
En el 11, trazó una pared con Ángel di María, que le dejó el balón en el área para que la ‘Pulga‘ rematara a placer con el empeine.
A los 18, la estrella barcelonista le robó el balón al defensa Darío Aimar y, tras marcarse una fugaz diagonal protegiendo el esférico con su zurda, sacó un misil que entró por la derecha de la portería de Máximo Banguera.
En el 62 puso el broche de oro a su hazaña con una obra de arte. En una mezcla de garra e intución, ‘Leo‘ se hizo con un pase perdido, y sin darles tiempo a los defensas ecuatorianos ni a parpadear se abrió como un correcaminos por la izquierda y deleitó al mundo con un sombrero desde el borde del área grande.
“Hoy estuvo espectacular el enano (…) En los partidos anteriores no teníamos esa suerte de poder meterla y hoy se dió”, expresó Di María.
Sampaoli sabía que sólo el ‘Messias‘ podía salvar a Argentina, y organizó su juego para él, que con su hat-trick se convirtió en el máximo goleador de la historia de los clasificatorios sudamericanos junto al uruguayo Luis Suárez, ambos con 21.

Un repliegue

La albiceleste, con su ejército de estrellas que juegan en las mejores ligas europeas, saltó al césped con un 3-4-2-1, con Darío Benedetto en punta apoyado por Messi y Di María, una dupla letal para la defensa ecuatoriana.
Los volantes como Enzo Pérez y Lucas Biglia no dejaron durante el primer tiempo de romper las líneas con pases rasos a la ‘Pulga‘, que se hartó de abrir juego, de trazar diagonales, de buscar al punta del Boca Juniors.
Messi en estado en puro, el de las grandes tardes con el Barça.
Robert Arboleda y Darío Aimar, los centrales de Ecuador, una joven escuadra que bajo la batuta del argentino Jorge Célico se renovó pensando en el Mundial de Catar-2022, se vieron completamente desbordados e incurrieron en numerosos errores.
“Nos encontramos que hacemos ese gol y, en vez de insistir en la presión, hubo automáticamente un repliegue del equipo que nos costó tener a Argentina muy cerca del área”, explicó tras el partido el asistente técnico de Célico, Patricio Lara.