El expresidente Mauricio Funes siempre mantuvo el control de los pormenores en el caso de la tregua entre pandillas según se deduce de las declaraciones, tanto de imputados como de testigos, que se han vertido en el Juzgado Especializado de Sentencia donde se lleva a cabo la vista pública contra 18 personas a las que se acusa de cometer ilícitos durante la emblemática tregua.
Un sacerdote que se desempeñaba como obispo castrense de la Fuerza Armada y un alto jefe militar que se desempeñó como Director de la Policía Nacional Civil fueron los testigos más destacados en la primera etapa de la audiencia prevista para, por lo menos, diez días.
El obispo Castrense, Fabio Colindres, el primer testigo que declaró en el juicio, aseguró que se reunió con el expresidente de la República Mauricio Funes, en cuatro ocasiones, para informarle sobre los avances de la tregua.
Colindres aseguró que luego que la tregua fue condenada y rechazada por la sociedad convirtiéndose tema nacional, fue abandonado y rechazado en todos los niveles de la vida nacional incluso de la misma Iglesia católica que representa. “Me sentí solo y rechazado a todo nivel, primero por el expresidente Funes cuando dijo que desconocía el proceso de tregua”, afirmó Colindres, quien sostuvo que el expresidente avaló el proceso.
Colindres también dijo que en todos los penales que visitó observó que los reos tenían celulares.”No había registro para entrar al penal de Zacatecoluca, solo nos identificábamos y entrábamos”, aseguró.
Colindres dijo además que la tregua se produjo por “invitación” del Gobierno y no por iniciativa de las pandillas o de la sociedad civil.
Con su declaración de testigo, Colindres con tradijo al entonces ministro de Seguridad, David Munguía Payés, y al expresidente Funes (2009-2014), quienes en su momento sostuvieron que la tregua surgió por iniciativa de la sociedad y las pandillas, y que el Gobierno “acompañó” hasta que con el acuerdo se logró reducir los índices de asesinatos.
Colindres aseguró que, entre finales del 2011 e inicios del 2012, Munguía lo “invitó” junto a Raúl Mijango, otro de los mediadores, a ingresar al penal de máxima seguridad del país para iniciar un diálogo con los principales líderes de las pandillas.
Por su parte, el General Francisco Salinas, quien era director de la Policía Nacional Civil (PNC), también declaró hoy ante el juez y apuntó a Funes: “Todo era una política de Estado”, afirmó.Otro testigo que tendrá que declarar es David Munguía Payés, actual ministro de Defensa y exministro de Seguridad
La vista púbica se lleva a cabo en contra de 18 personas entre las que figuran el guerrillero del FMLN y ex diputado de ese partido a la Asamblea Legislativa y el director de Centros Penales Nelson Rauda.
Los testigos que depusieron este lunes aseguraron que el expresidente Funes estaba permanentemente al tanto de lo que acontecía en la implementación de la tregua.
El obispo Fabio Colindres, el primer testigo que declaró en el juicio, aseguró que se reunió con el expresidente de la República Mauricio Funes, en cuatro ocasiones, para informarle sobre los avances de la tregua.
Colindres también dijo que en todos los penales que visitó observó que los reos tenían celulares.”No había registro para entrar al penal de Zacatecoluca, solo nos identificábamos y entrábamos”, aseguró.
Colindres trató de cubrir la responsabilidad en la que supuestamente incurrían los artífice de “politica de Estado” cuando fue entrevistado por la prensa sobre el tema, atribuyendo a “un milagro de conversión” la tregua entre los pandilleros.
Sin embargo su versión contradice la del entonces ministro de Seguridad, David Munguía Payés, y el expresidente Funes (2009-2014), quienes en su momento sostuvieron que la tregua surgió por iniciativa de la sociedad y las pandillas, y que el Gobierno “acompañó” hasta que con el acuerdo se logró reducir los índices de asesinatos.
Colindres aseguró que, entre finales del 2011 e inicios del 2012, Munguía lo “invitó” junto a Raúl Mijango, otro de los mediadores, a ingresar al penal de máxima seguridad del país para iniciar un diálogo con los principales líderes de las pandillas.
Detalló que el resultado de ese dialogo, que se prolongó por más de 2 meses, fue el acuerdo de no agresión entre la Mara Salvatrucha (MS13) y el Barrio 18 en marzo de 2012 en la referida prisión de central localidad de Zacatecoluca.
Además, Colindres sostuvo que a cambio de pactar el armisticio, los principales líderes de las pandillas fueron trasladados a prisiones con un menor régimen de seguridad, desde donde comunicarían a sus “bases” a nivel nacional el acuerdo de no agresión.
El obispo castrense añadió que el exmandatario Funes conoció desde un inicio el proceso y le manifestó su “total apoyo” a este en las diferentes reuniones en las que le dio cuenta de su avances.
A juicio de Colindres, la cuestionada tregua fue “exitosa” solo durante los primeros seis meses y que luego “decayó” con el alza de los asesinatos, la introducción de objetos ilícitos y prostitutas a las prisiones.