Los violentos incidentes del lunes pasado ocurridos en la ciudad en Baltimore tras la muerte de un joven afro americano que murió el 19 de abril cuando se encontraba bajo la custodia de la policía, dieron como resultado que una madre demostrara al mundo que con energía y firmeza se puede rescatar a la juventud de los peligros y riesgos que conlleva la pertenencia a maras y pandillas cuya opción es la violencia y en otras instancias, hasta el crimen organizado.
Los ojos del mundo siguieron con sorpresa la imagen de una mujer cuyo hijo participaba en actos vandálicos como protesta por la muerte de otro joven violento y cómo, después de quitarle la capucha con que se cubría el rostro, lo sacó a manotazos de la zona donde una multitud se dedicaba a incendiar y saquear tiendas y almacenes gritándole ¡ Qué carajo estás haciendo en este lugar” y ¡Quítate esa maldita capucha!
La madre del joven miraba la televisión en la comodidad de su hogar lo que acontecía en las calles de Baltimore, Maryland, EEUU, cuando reconoció, a pesar de estar usando una capucha, a su hijo. Ni lerda ni perezosa se levantó de la comodidad de su hogar y actuó como lo que es, como una madre que ama a sus hijos acudiendo a su rescate.
Las imágenes de lo que nosotros llamaríamos Operación Madre se convirtieron en un video viral, visto y comentado miles de veces a través de las redes sociales. A partir de esos acontecimientos la mujer está siendo considerada como una heroína
Los responsables policiales de la ciudad han asegurado que “ojalá hubiera habido más padres así” la noche de los disturbios, que dejaron una quincena de policías heridos y 200 detenidos.
Los comentarios, a través de Twitter, han sido unánimes en designar a la mujer “Madre del Año”. Las madres de jóvenes que están en o lindan con las pandillas y maras, tendrán a partir de hoy, un ejemplo a seguir, si es que desean que sus hijos abandonen la violencia y el crimen organizado, en esa madre heroína que corrió al rescate de su hijo, porque lo ama y no desea verlo en una morgue hecho pedazos.
No importa cuánta fuerza o energía sea necesaria para imitar el ejemplo de esa madre en Baltimore; no hay calificativo mejor aplicado a una madre que realiza un acto de esa naturaleza que “Madre heroína”
Nuestro mensaje no va solo para las madres que han perdido el control sobre sus hijos. Nuestro índice apunta también hacia las autoridades que no hacen ningún esfuerzo por valorar a las madres y padres que se atreven a reconvenir a sus hijos y a veces hasta de darles sus “manotazos”, con el riesgo de ser señalados como intolerantes, de entrometerse en las “libertades” de los jóvenes, de ser acusados como agresores a la integridad de los “pobres” adolescentes y en el peor de los casos, a ser llevados a la cárcel acusados de ser padres o madres enloquecidos, paranoicos y fascistas.
Bravo por la madre de Baltimore que en vez de protestar por la violencia represiva de la policía, decidió mostrar al mundo que no es diciéndole a su hijo “pobrecito” y ponerse a llorar por las “injusticias del sistema” que se salva a los hijos del peligro y de la delincuencia, si no tomándolo por el cuello, darle sus manotazos y decirles, como lo hizo la madre de Baltimore: ¡Qué carajo estás haciendo en este lugar! o ¡Quítate esa maldita capucha!