Los serios desafíos económicos de Nayib Bukele

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A dos meses de un alegado segundo mandato inconstitucional como presidente de El Salvador, Nayib Bukele enfrenta serios desafíos para enrumbar la economía del país, principal promesa realizada el pasado 1 de junio.

El hambre en el país es una amenaza latente que no parece resolverse a corto plazo, más cuando no hay una política económica en marcha, ni la capacidad en el equipo de trabajo ndel Ejecutivo para planificar y conducir acciones correctivas que presenten una alternativa económico para los salvadoreños.

Según un informe reciente de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), desde que Bukele asumió la presidencia, hay 500 mil personas más en inseguridad alimentaria; 100 mil con inseguridad alimentaria severa y 400 mil moderada.

Las cifras sostienen que el 63.2 % de la población sufre de dos inseguridades alimentarias. La severa afecta el 15.8 %, el doble del promedio de Centroamérica, y la moderada al 47.4 % de los ciudadanos, según señaló el economista de izquierdas Cesar Villalona.

Otro economista, pero en esta ocasión de derechas, Luis Membreño, avizora un problema latente, que es que el país caiga en una fase inflacionaria.

Según Membreño, todos los indicadores económicos muestran una tendencia a caer y uno de los que más preocupa es el de las remesas familiares porque representan casi el 25 % del PIB, dijo Membreño, quien observa el adagio popular según el cual «cuando Estados Unidos estornuda, a El Salvador le da gripe».

De acuerdo al experto economista, en Estados Unidos se observa una desaceleración de la economía; un leve incremento en el desempleo; la inflación parece haberse estabilizado cerca del 3 %; las tasas de interés de corto plazo se encuentran arriba del 5 % y el consumidor se encuentra golpeado y teniendo que hacer ajustes en sus presupuestos para poder enfrentar la inflación en sus finanzas.

En general, lo que se percibe es que se está en un proceso de aterrizaje suave y no forzoso, lo cual podría llevar a la economía a crecer menos en lo que resta del año y el proceso electoral que recién comienza con la renuncia de Biden, augura mucha volatilidad en el segundo semestre del año, indicó Membreño.

En El Salvador el crecimiento del primer trimestre fue de 2.6 % según datos del BCR, mientras otros indicadores están en baja.

Los datos de la economía salvadoreña nos muestran una desaceleración que comenzó en febrero pero que empeoró durante el segundo trimestre de 2024. Todos los indicadores económicos nos muestran una tendencia a caer y uno de los que más preocupa es el de las remesas familiares, agregó.

Ante este panorama que nos muestran los indicadores macroeconómicos del primer semestre de 2024 en Estados Unidos y El Salvador hay que preguntarse qué va a ocurrir en el segundo semestre y con base en eso proyectar cómo se va a cerrar 2024.

Ante esta situación Membreño aseveró, “Si nos da gripe por el estornudo de Estados Unidos, ¿entrará El Salvador en recesión en 2024 o 2025? ¿Qué vamos a hacer para evitarlo?, una pregunta que es a la vez un desafío para Bukele.