La economía salvadoreña enfrenta un 2025 complejo: las exportaciones, motor clave para el ingreso de divisas, muestran una tendencia a la baja en sus principales rubros, afectando tanto al sector productivo como al empleo.
Según cifras preliminares del Banco Central de Reserva (BCR), entre enero y agosto de 2025 las exportaciones totales se redujeron en más del 10 % respecto al mismo período del año pasado. Los sectores más golpeados son la industria textil y de confección, el café y los productos no tradicionales hacia Centroamérica y Estados Unidos.
El rubro de maquila, históricamente el principal generador de divisas, reporta una caída significativa. Las empresas atribuyen la baja a la reducción de pedidos en Estados Unidos, principal socio comercial, y al encarecimiento de costos logísticos y energéticos. “El mercado internacional está demandando menos y la competencia asiática ha retomado terreno”, afirmó un representante de la Cámara de la Industria Textil.
La disminución afecta directamente a la generación de empleo femenino, ya que más del 70 % de la mano de obra en maquila corresponde a mujeres.
El café, considerado un producto emblemático, tampoco escapa de la crisis. Las exportaciones se redujeron tanto en volumen como en valor, debido a una cosecha afectada por el cambio climático y plagas persistentes. Además, la cotización internacional ha experimentado caídas en comparación con 2024, reduciendo los ingresos para los productores.
Un caficultor de la Cordillera de Tecapa, en Usulután, lo resume así: “El costo de producir una manzana de café ya no compensa lo que recibimos por quintal. Muchos pequeños productores están pensando en abandonar el cultivo”.
Los productos químicos, plásticos y alimentos procesados también registraron contracción en sus ventas externas, en parte por la ralentización de la economía regional. Guatemala y Honduras, socios naturales, enfrentan también sus propios problemas internos, lo que limita la demanda.
La Asociación de Azucareros de El Salvador indicó que se produjo un descenso en la producción de azúcar, pero se mantuvo la prioridad del mercado local y luego exportar.
La información fue confirmada por el Banco Central de la Reserva (BCR) y sus datos señalan que las exportaciones de azúcar cayeron un 11.4 por ciento en los primeros ocho meses de 2025.
La asociación señaló que se produjo una merma de un nueve por ciento de la producción total y en la etapa, la cosecha ascendió a seis millones de toneladas de caña que resultaron en 700 mil toneladas de azúcar.
Julio César Arroyo, Director Ejecutivo de la gremial, señaló a periodistas que la caída “se debe a que produjimos menos, entonces con la reducción en la producción hay menos disponibilidad de azúcar y melaza para exportar”.
El BCR confirmó esta semana que las exportaciones de azúcar resultaron en 153.2 millones de dólares, unos 19.7 millones menos que los 172.9 millones que se vendieron en igual etapa de 2024.
El Salvador exporta el dulce a más de 20 países y cuenta con dos cuotas pactadas, una de 37 mil toneladas métricas, a través del Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos (Cafta-RD) y la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Impacto en la economía nacional
Las exportaciones representan una fuente vital de ingresos para El Salvador, y su caída tiene repercusiones en el déficit comercial y en la balanza de pagos. Con menos divisas ingresando, el país depende más de las remesas familiares, que aunque siguen en aumento, no sustituyen la pérdida de dinamismo productivo.
El BCR señaló que influyó que el principal socio, Estados Unidos, redujo sus compras en 76.1 millones, tras adquirir solo 348.5 millones entre enero y agosto de 2025.
Por otra parte, el BCR mostró que se dejaron de enviar mercadería hacia las Bahamas, Jamaica, Brasil, Perú, España, Hungría, Noruega, Rumania e India.
Economistas consultados señalan que la caída exportadora refleja una falta de diversificación en la matriz productiva. “El Salvador sigue dependiendo de pocos rubros, muy vulnerables a factores externos. Urge una política industrial que promueva innovación, tecnología y nuevos mercados”, afirmó un analista del sector privado.
Perspectivas
De cara a 2026, el panorama dependerá en gran medida de la recuperación de la economía global y de la capacidad del país para abrir nuevos nichos de exportación. El gobierno ha anunciado estrategias de atracción de inversión extranjera y programas de apoyo a pequeños y medianos exportadores, pero los resultados aún son inciertos.
Mientras tanto, los empresarios enfrentan el reto de resistir un 2025 marcado por la contracción, la competencia internacional y los efectos del clima sobre la producción agrícola.
Datos Globales
Rubros Tradicionales que Caen: Maquila / Textil y Confección
El sector textil-confección (maquila) ha mostrado caídas marcadas:
- Según datos al mes de agosto de 2025, las exportaciones del rubro textil y confección sumaron US$343.4 millones, cifra que representa una reducción de US$46.2 millones respecto al mismo periodo de 2024.
- En general, las exportaciones de maquila en enero-agosto de 2025 fueron de US$533.4 millones, lo que indica una contracción respecto a años anteriores (por ejemplo 2022) cuando alcanzaron US$895.2 millones.
- También, en los primeros cinco meses de 2025, el sector maquila perdió alrededor de US$36 millones en valor, al caer de US$197.5 millones a US$161.3 millones.
- Asimismo, en categorías específicas: camisetas de punto disminuyeron sus exportaciones en un 19.3 %, y los suéteres en 3.3 % en el mismo lapso de enero a mayo de 2025.
Estas caídas afectan no solo las cifras macroeconómicas, sino el empleo en zonas francas, los ingresos de productores locales de insumos textiles, y la capacidad de competir cuando la maquila se enfrenta a costos crecientes de insumos, energía, transporte y presión de productores de Asia y Centroamérica.
Rubros con Comportamiento Positivo: Café y otros
En contraste con la maquila, algunos productos muestran recuperación mixta:
- El café salvadoreño ha tenido un fuerte repunte: en el primer semestre de 2025 alcanzó US$116.7 millones en exportaciones, lo que implica un crecimiento de aproximadamente 51.9 % frente al mismo período de 2024.
- En volumen, el café despachó 18.8 millones de kilogramos (unos 409,000 quintales), lo que equivale a un crecimiento de volumen de cerca de 18 % respecto al primer semestre de 2024.
- A julio de 2025, el total de exportaciones cafeteras llegó a US$136.49 millones, acercándose a los niveles de 2015, y al máximo observado en 2022.
Comparativo: ¿Qué pesa más, lo que sube o lo que cae?
- Aunque los rubros como café han tenido crecimiento fuerte, su peso relativo en el total exportado es menor que el que tiene la maquila/textil-confección. Por ejemplo, el crecimiento del café no compensa completamente las pérdidas en maquila en términos de divisas generadas y empleo.
- La maquila tenía históricamente una presencia mucho mayor en el total de exportaciones, con industrias de prendas de vestir, tejidos, confecciones que movilizaban grandes volúmenes hacia EE.UU., Centroamérica y otras regiones. Cuando este sector cae, las repercusiones macroeconómicas, sociales y regionales (zonas industriales, empleo) son mayores.
Implicaciones y Desafíos
- Competitividad: Los costos de producción —energía, transporte, materias primas— están erosionando la capacidad del sector maquila para competir con mercados de bajo costo.
- Diversificación: La recuperación del café es positiva, pero el país depende aún de pocos rubros fuertes. Se requiere diversificar más hacia productos con valor agregado, alta tecnología, alimentos procesados, farmacéuticos, etc.
- Volumen vs Precio: En algunos rubros la caída en volumen es tan importante como la de valor; en otros, pese al alza de precios internacionales (como en café), los costos internos amenazan la rentabilidad.
- Políticas públicas: Incentivar la inversión, mejorar infraestructura, reducir barreras logísticas y aduaneras, y favorecer la formación y modernización del sector productivo son urgencias.