Según el fiscal general de la República, Douglas Meléndez, los pandilleros deportados desde Estados Unidos expanden el accionar de las maras en el país, que es uno de los más violentos del mundo.
“El pandillero que fue deportado ha venido a fundar o ampliar una clica (célula) y le ha puesto el nombre del lugar donde residía en los Estados Unidos”, aseguró Meléndez a periodistas, tras una reunión el miércoles con diputados y el vicepresidente efemelenista, Óscar Ortiz.
El fiscal general también se mostró preocupado por la coordinación que tienen las pandillas en Estados Unidos, principalmente de la Mara Salvatrucha (MS13), con sus pares salvadoreñas.
“Hemos creado mecanismos más fuertes de relación con Estados Unidos y estamos investigando toda esa fluctuación que existe entre las pandillas” en ambos países, aseguró Meléndez.
Las autoridades de Seguridad acusan a las pandillas de mantener los altos índices de asesinatos que sitúan al país como uno de los más violentos del mundo, con tasas de 103 y 81,7 asesinatos por cada 100.000 habitantes en 2015 y 2016, respectivamente.
Meléndez se refirió a este tema tras finalizar una reunión en la que el Gobierno presentó una propuesta con la que busca aplicar un controvertido régimen de libertad condicional a los retornados con antecedentes penales.
Ortiz dijo, tras la reunión con los diputados de la comisión de Seguridad y Combate a la Narcoactividad, que la intención del Gobierno es “fortalecer los mecanismos de control” sobre las personas que cometieron delitos en el país norteamericano.
Detalló que, de aprobarse la iniciativa, al ingresar al país los retornados llenarán una ficha “certificada por la policía” en la que deberán declarar el tipo de antecedente que poseen y dependiendo de la gravedad del delito tendrán “inmediatamente” una audiencia con un juez.
Posteriormente, estarán obligados a presentarse mensualmente en la delegación de la Policía más cercana a su domicilio, para “garantizar que no están en ninguna actividad ilícita”.
La iniciativa del Gobierno responde al anuncio hecho por el presidente estadounidense, Donald Trump, el pasado 18 de abril, de aplicar una política de “tolerancia cero” contra bandas criminales, como la MS13.
Trump prometió en un mensaje en Twitter que “eliminará rápidamente” a los pandilleros de la MS13 en su país, lo que podría desembocar en un incremento en la deportación de pandilleros.
En lo que va de 2017 unas 1.000 personas con antecedentes penales han sido deportadas desde el país norteamericano, de las que 366 son pandilleros.
No obstante, las deportaciones de delincuentes desde EE.UU. han aumentado al menos un 13 % hasta el pasado 27 de abril, respecto al año pasado.
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