Los negocios del Cártel de Sinaloa con la Mara Salvatrucha

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Mientras el narcotraficante Joaquín El Chapo” Guzmán Loera se encontraba todavía en fuga, en diciembre de 2015 se reunió en el norteño estado mexicano de Culiacán con emisarios de la temible Mara Salvatrucha 13. De esas reuniones, se desprendió la exportación de marihuana mexicana a Centroamérica.

Un documento desclasificado por la Fiscalía General de la República (FGR) describe detalles del operativo criminal y financiero de esa pandilla, que fue calificada en 2015 como organización terrorista por la Sala Constitucional de El Salvador, opera con ramificaciones en México, Estados Unidos, Honduras, Guatemala y varios países sudamericanos y europeos.

La investigación de la Fiscalía eludió especificar si Guzmán Loera, capturado el 22 de febrero de 2014 pero en fuga del 11 de julio de 2015 al 8 de enero de 2016, participó en la reunión con los enviados de la MS-13 aunque tampoco lo negó. El Chapo fue detenido el 9 de junio de 1993 en Guatemala tras pasar por El Salvador y entregado a México, pero se fugó el 18 de enero de 2001.

El informe revela que en noviembre de 2015, la Fiscalía tuvo conocimiento por medio de enlaces telefónicos entre las cúpulas de la MS-13 que “se planificó y se ejecutó un viaje hacia México, por parte de dos representantes de la pandilla”. Los “delegados” mareros, identificados con los alias de el Cabro y el Sniper, recibieron 3 mil 200 dólares cada uno, desglosados en mil 500 dólares para viáticos individuales y mil 700 dólares para pagar por persona a un hombre, identificado como Flaco de Francis, que los “llevaría ilegalmente a México”.

“El viaje tenía como objetivo una reunión con el sujeto conocido como Chapo Guzmán (es señalado públicamente como narcotraficante) la cual se realizaría en Culiacán, Sinaloa, ya que al parecer miembros de la pandilla que residían en EU habían hecho contacto con Guzmán y consideraban que podrían obtener beneficios al realizar negociaciones con dichos sujetos, ya fuese de obtención de armas o droga”, puntualizó el informe.

Entre “algunos de los viajes” de representantes de la Salvatrucha estuvo la “reunión con personas del Cártel de Sinaloa (Chapo Guzmán, diciembre 2015)”, precisó. También hubo otros viajes: tráfico de marihuana desde México (marzo 2016), compra de armas en Guatemala (abril-junio 2016) y reunión con MS en Honduras.

La “fuente de ingresos” esencial de la Salvatrucha, agregó, se basa principalmente en el dinero producto de las extorsiones y de la venta de drogas. Pero para comercializar estupefacientes, aclaró, los distintos estratos de la red marera “necesitan autorización” de las jerarquías de la Mara, porque “en caso contrario les es decomisada, tal y como sucedió con la droga” involucrada en el plan denominado “Traficar marihuana desde México de forma exclusiva como estructura, para “obtener ganancias como tal y no como clicas”, que son los núcleos en que se divide la pandilla.

A México para comprar armas

La “Mara Salvatrucha MS13” pretendía ademas comprar 500 fusiles en el mercado negro de armas de México para crear una fuerza élite de choque que provocara una desestabilización en El Salvador con atentados selectivos contra políticos, autoridades judiciales, empresarios, militares y policías salvadoreños.

Como parte de lo que la Fiscalía describió como un “proyecto de la mara” encabezado por Marvin Adaly Ramos Quintanilla, alias el Piwa, el pandillero buscó crear un “grupo élite” para dotarlo de armas y entrenarlo con el objetivo de que atacar a políticos, magistrados y agentes de seguridad.

“El proyecto de la mara consiste en recolectar dinero mensualmente, producto de las extorsiones, para compra de armamento —fusiles en México— para equipar a 500 elementos de la MS, dos por cada una de las 249 clicas a escala nacional y conformar equipos élites de choque para atentados al sistema de seguridad”, continuó el informe.

El plan, puntualizó el documento presentado por la FGR, “pretende realizar atentados de forma selectiva y simultánea a objetivos” de la Fiscalía y la Policía Nacional y a “jueces, militares, diputados, empresarios; todo con la finalidad de desestabilizar al Estado”.

El Cártel de Sinaloa y Los Zetas han sido señalados en los últimos años de tener negocios de tratantes de personas o del narcotráfico con las Maras.