Los legisladores deben considerar seriamente reelegir a los 4 Magníficos Magistrados

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Por Ernesto Rivas Gallont

En círculos políticos y legales ya hay movimientos que tiendes a cambiar la Sala de lo Constitucional, cuando los 4 Magníficos concluyan el período de nueve años para el que fueron electos el próximo año.A nadie extrañará que yo opine que los cuatro deben ser reelectos para que continúen haciéndole el bien al país, lo que vienen haciendo desde hace casi nueve años.

El país está en deuda con Belarmino Jaime, Florentín Meléndez, Sidney Blanco y Rodolfo González. La historia reconocerá que el apelativo de “los cuatro Magníficos” no es más que un reconocimiento a su sacrificio por la patria, en aras de mantener un estado de derecho justo y firme en un país cuyo gobierno atropella a diario la Constitución, los mismo que han pretendido desde siempre sustituir a los cuatro Magníficos por títeres suyos para controlar todo el Estado y manosear la Constitución a su antojo.

Venimos viendo un fenómeno sin precedente en el país. Además de ser un fenómeno es un capricho de un grupo de individuos, entre diputados y funcionarios en Casa Presidencial, que han adoptado una posición que vista objetivamente es contraria a todo principio democrático y a la separación de los poderes del Estado.

Mueve a risa o más bien a lástima, cuando uno escucha a líderes de esa perversa posición, calificar a los ciudadanos que apoyamos a la Sala de lo Constitucional, de “ancianos”, “políticos fracasados”, “jóvenes sin rumbo”, “manipuladores” y quién sabe cuántos calificativos más, evidenciando así la ausencia de argumentos sólidos que justifiquen su propósito.

Quiérase o no y a pesar de que los diputados del FMLN aun no logran avanzar en su perverso proyecto, el propósito último que ellos persiguen es destituir a los cuatro magníficos magistrados, simple y sencillamente porque se sienten que han invadido el inner sanctum que históricamente ha protegido la gestión monopólica de la conducción de las cosas de Estado y que ellos quieren recuperar.

Nunca antes en la historia del debate político del país, se había visto una unidad tan granítica como la que vemos hoy, en la que participan no solamente instituciones gremiales, como ANEP, ASI y Cámara de Comercio, respaldadas por otras organizaciones de centro y de izquierda, pasando por universidades privadas y la Nacional, hasta organizaciones y sindicatos. Esto es sin menos cabo al apoyo de otros partidos políticos de centro.

Asimismo han surgido grupos de jóvenes que emulando a sus pares españoles han adoptado su grito de batalla y su calificativo de “indignados” al que han agregado SV para identificarse como salvadoreños. Otros grupos como CEMujer, que defiende los intereses de la mujer salvadoreña también apoyan la patriótica gestión.

Los programas de entrevistas de radio y televisión son también cajas de resonancia de estas organizaciones que clara y firmemente defienden la institucionalidad y la constitucionalidad en la República.

Las radios y estaciones de televisión también invitan a diputados que son parte del movimiento en contra de los cuatro magníficos magistrados, pero cualquiera que oye sus débiles y desgastados argumentos no puede menos que sufrir la desilusión que causan. No hay duda que la Sala es un organismo poderoso, lo es en materia de interpretación de la Constitución, porque el constituyente así lo dispuso, como es la norma en todo el mundo democrático.

Prominentes personajes de la vida pública, han manifestado, en varias publicaciones, su claramente definido apoyo a los magistrados de la Sala.

CREE , en un pronunciamiento público se refirió a declaraciones del expresidente Funes que negaban que en el país exista crisis, porque las instituciones están funcionando. El pronunciamiento responde al presidente, recordándole que “Negar que el país se encuentra en una crisis institucional ante las claras violaciones constitucionales por parte de la presidencia de la República y de los partidos políticos en contra de la independencia de poderes, impide la búsqueda de soluciones que fomenten la debida colaboración entre los Órganos del Estado para el ejercicio de sus funciones públicas”.

Por su lado la ASI, refiriéndose también al exabrupto de Funes recordó que “nadie debe poner sus intereses partidarios o personales por encima del bienestar de todos los salvadoreños”. Que es precisamente lo que algunos diputados líderes del movimiento contra la Sala Constitucional están haciendo, siguiendo su tradición de egoísmo y corrupción.

A esas claras manifestaciones de apoyo a la Sala y repudio a la intención de algunos de alterar el orden constitucional, se unió la opinión de Gabriela Knaul, relatora especial de la ONU sobre la independencia de jueces y abogados quien advirtió que la aprobación del infame decreto legislativo 743 en El Salvador atentabz contra la independencia del poder judicial.

Es importante que los ponentes y promotores de esa iniciativa perversa vean a su alrededor pero fuera de su círculo de pares y se den cuenta del repudio de la ciudadanía y también de Naciones Unidas y comprendan que no son un “pequeño grupo de políticos fracasados” sino que un número muy importante de ciudadanos e instituciones que creen en la institucionalidad, la separación de poderes, la honestidad y el respeto a la Constitución de la República, como lo han demostrado los cuatro magníficos magistrados que integran la Sala de lo Constitucional.

Por todo eso si queremos sostener la democracia en El Salvador los magistrados de la Sala de lo Constitucional, deben ser reelegidos.

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