Tal como lo establece la ley electoral en su articulo 284, la ciudadanía deberá abstenerse de consumir bebidas alcohólicas a partir de las 00:00 del sábado 3 de marzo víspera de las elecciones en las que los salvadoreños elegirán diputados y alcaldes de toda la República.
Estas elecciones, consideradas por muchos como las más determinantes en la configuración de la democracia en El Salvador después de los Acuerdos de Paz de 1992, se dan en un marco de violencia semejante al de los días del conflicto armado solo que ahora los que se enfrentan a la ley y la justicia se llaman pandilleros, de la MS13, de la 18 o a cualquiera otra denominación que a diario ensombrecen los hogares salvadoreños.
Mención especial cabe la coyuntura en la cual sectores interesados en el control absoluto del aparato del Estado, pretenden fortalecer sus polos de poder para incidir en las elecciones de segundo grado que dentro de pocos meses deberá elegir una Sala de lo Constitucional, un Fiscal, los Procuradores del país y una Corte de Cuentas de la República.
En estas elecciones participarán más de cinco millones de salvadoreños que contará con la protección policial y del ejército en toda la república.
La disposición de prohibir la venta y consumo de bebidas embriagantes durante la llamada Ley Seca debe ser obedecida no por temor a los organismo de seguridad sino porque tratándose de un acto cívico de trascendencia democrática es necesario que todos y cada uno de los votantes esté en pleno uso de sus facultades mentales para evitar tragedias y garantizar la pureza del evento electoral del domingo.