Cada vez cuesta más dinero realizar una película. El elenco, equipos de efectos especiales, locaciones, salarios y demás elementos, cuestan enormes inversiones de las que, no obstante, no necesariamente garantizarán un éxito en taquilla, ni mucho menos volverse una película memorable en la industria.
“Piratas del Caribe: en el fin del mundo”, la tercera entrega de la saga, es la película más cara jamás realizada, costando 300 millones de dólares en 2007. Esto es una cifra de casi 40 millones de dólares más que la que aparece en segundo lugar, John Carter, una película que, realmente, lució desangelada en taquilla, recuperando apenas el total de lo gastado.
Así, la nueva oleada de películas de superhéroes y fantasía, dominan la lista de películas más caras, todas ellas superando los 200 millones de dólares.
La lista
