En enero de 2007, un periodista colombiano de la cadena radial Caracol de ese país le preguntó a Donald Trump por su interés en invertir en proyectos económicos en América Latina.
El magnate y hoy aspirante a la nominación republicana para las presidenciales de 2016 en EE.UU. le contestó con amabilidad.
“América Latina siempre ha sido especial para mí, he estado allí muchas veces en distintos países, la gente y el ambiente son sobrecogedores.
Siempre he sido un gran fan de América Latina”, decía entonces Trump en declaraciones reproducidas por el medio colombiano.
En medio de la tormenta que desataron sus recientes comentarios despectivos sobre los indocumentados mexicanos en Estados Unidos, muchos recuerdan que, independiente de sus posiciones políticas, Trump en efecto ha mostrado interés, al menos como negociante, por invertir en varios países latinoamericanos.
Panamá
Tal vez el negocio más vistoso que ha hecho en la región es su participación en la construcción de un
hotel de 70 pisos en la Ciudad de Panamá, que al inaugurarse en 2011 se convirtió en el edificio más alto de América Latina para ese momento.
El Hotel Trump Ocean Club fue también el primero que el magnate inmobiliario construyó fuera de territorio estadounidense.
Con un costo estimado en US$430 millones y un área construida de 250.000 metros cuadrados, está ubicado en Punta Pacífica, un sector exclusivo de la capital panameña.
“No damos abasto con nuestras reservas. Todo el mundo quiere estar aquí y realmente creo que va a ser un tremendo éxito”, decía entonces Trump a la prensa, en la inauguración del edificio.
Mientras que el entonces presidente panameño Ricardo Martinelli agregaba que “me gustaría agradecerle a Donald Trump por venir a Panamá y permitir que este increíble edificio lleve su nombre”, según informó entonces Tim Rogers, el enviado de la BBC en el país centroamericano.
En México
Trump ha dicho que su interés en Panamá comenzó cuando el concurso Miss Universo, una de las muchas piezas de su imperio empresarial, fue realizado en esa nación en 2003.
Pero también ha buscado realizar otros negocios en la región.
Estos son algunos de ellos.
En México, según reporta la prensa de ese país, estuvo interesado en desarrollar un proyecto hotelero llamado “Punta Arrecifes Resort”, que se levantaría en Cozumel, Quintana Roo, en el Caribe mexicano. Sin embargo el proyecto no ha fructificado hasta el momento por consideraciones ambientales, entre otras.
En el rincón opuesto de México, a las afueras de Tijuana, sobre el océano Pacífico y muy cerca de la frontera con Estados Unidos, se empezó a anunciar a finales de la década pasada un proyecto inmobiliario llamado Trump Ocean Resort Baja México.
El proyecto se suspendió en 2008 en medio de la crisis financiera internacional.
Ante los reclamos de los compradores, muchos de ellos estadounidenses de la vecina ciudad de San Diego, California, Trump dijo entonces que él había licenciado el uso de su nombre para el proyecto pero que no estaba directamente involucrado en su construcción.
En noviembre de 2013 el diario estadounidense Los Angeles Times reportó que Trump había llegado a un acuerdo con compradores que habían demandado en los tribunales a los promotores del proyecto.
¿De búsqueda en otros países?
Trump también manifestó en algunas oportunidades su interés por invertir en Colombia.
En la entrevista de 2007 a la cadena radial Caracol, aseguraba que estudiaba un proyecto en la ciudad caribeña de Cartagena, que por el momento no se ha concretado.
Y en noviembre de 2012, Trump convocó a una rueda de prensa para anunciar su interés en licenciar su nombre para otro proyecto hotelero en el balneario uruguayo de Punta del Este, según indicó en su momento la revista Forbes, agregando que sería la primera incursión de la famosa marca en América del Sur.
El proyecto está actualmente en construcción.
