Por Javier Brandoli -EM/Editado por DL
El uso de los millones de dólares dados en la tregua por el expresidente Mauricio Funes Cartagena ha desatado la partición y purga entre los miembros de la Mara Salvatrucha (MS 13).
La Mara Salvatrucha (MS 13), junto a la 18 la pandilla criminal más importante de El Salvador y de otros países como Estados Unidos, Honduras o Guatemala, parece definitivamente haberse partido y empezado una purga interna entre sus cabecillas por ostentar el poder. La partición del grupo es un hecho ya constatado por la autoridades: “Así lo aceptaron tanto Howard Cotto, director de la Policía Nacional Civil (PNC), y Rodil Hernández, director del sistema penitenciario del país, luego de la explosión de una granada en el penal de Ciudad Barrios”.
La división del grupo criminal, según los reportes policiales, se ha producido por el dinero, millones de dólares, que recibió la pandilla durante la oculta tregua pactada con el Gobierno del anterior presidente Mauricio Funes. Un escándalo que ha contribuido a que el ex mandatario acabara en 2016 huyendo cobardemente de El Salvador y recibiendo asilo político en Nicaragua tras ser investigado por enriquecimiento ilícito y malversación de fondos.
El diálogo con los encarcelados líderes de las pandillas desembocó en fuertes entregas de dinero por parte de funcionarios del Gobierno y su uso y distribución ha sido cuestionado por una parte del MS 13. Eso ha provocado que se creara una nueva pandilla, la MS 503 o Revolucionarios, ahora fuertemente enfrentada a sus antiguos compañeros.
La MS 503 estaría formada por Los Fulton y Los Normandis, dos agrupaciones de varias ‘clicas’ (grupos de la mara que controlan barrios o pequeñas localidades) que tienen el poder sobre varios departamentos de El Salvador. Los líderes de estos grupos son los que habrían cuestionado a los líderes nacionales sobre el uso de esos millonarios fondos.
Orden de exterminio
La novedad de este enfrentamiento incipiente es que la MS 13 habría dado orden no sólo de matar a los miembros de la facción disidente, también a los familiares de todos aquellos que se posicionen frente a la dirección nacional (Ranfla). Eso es un cambio en el supuesto “código de honor” de las pandillas que dicta que los familiares quedan fuera de las guerras internas.
La orden de exterminio, la habría dado un excarcelado en marzo, el ‘Lonly’, que al salir de prisión habría dado conocimiento a las ‘clicas’ leales al MS13 de acabar con todos los opositores.
De hecho, en las últimas semanas ha habido un aumento de ejecutados mujeres, ancianos y niños. Varias esposas de ‘palabreros’ (líderes de ‘clicas’) hoy rivales han aparecido muertas en un indicio claro de que la guerra parece que será cruenta.
El poder de la MS 13, con muchos de sus cabecillas enriquecidos controlando negocios como discotecas, hoteles o gasolineras, se extiende desde Centroamérica a Estados Unidos. Justamente el pasado 18 de abril el propio presidente de EEUU, Donald Trump, hacía referencia en uno de sus famosos ‘tweet’ a ellos diciendo “las débiles políticas migratorias de la Administración Obama permitieron a pandillas malas como la MS 13 formarse en ciudades a través de EEUU. ¡Las estamos removiendo rápidamente!”. Unos días después, el 23 de abril, publicaba otro tweet en el que ponía como ejemplo a la MS 13 para levantar su famoso muro: “Los Demócratas no quieren dinero del presupuesto vaya al muro a pesar de que eso parará las drogas y a los malos miembros de la MS13”.
No decía nada Trump de que las maras se crearon, crecieron y se hicieron fuertes en los barrios de Los Ángeles y desde ahí dieron el salto a toda Centroamérica y no viceversa.
El Juego de Tronos que es El Salvador parece que cuenta ahora con una nueva guerra interna y un nuevo integrante en el tablero. No es en todo caso la primera partición de una de sus pandillas. En 2005, los rivales de la MS 13, Barrio 18, cuyo nombre responde al número de la bestia (6+6+6) se dividió en dos facciones: Revolucionarios y Sureños.