Por Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra.- Las recientes encuestas, parecen indicar un futuro triunfo de Bukele, a lo que se le agrega su agresividad en sus manifestaciones públicas y maniobras de ataque a su contrincante Calleja, como en el caso de Citalá, Chalatenango. Esto plantea a la Derecha, un posible gobierno de Izquierda, con una oposición de Izquierda, o sea, que siendo mayoría, estaría representada por una minoría adversa. Todo parece indicar que las fuerzas que apoyan a Bukele, están manipulando el poder judicial, al Fiscal General de la República, a la Fuerza Armada y amenazan con un cambio Constitucional.
Si las encuestas despiertan la conciencia del peligro de una inminente dictadura de Izquierda, puede que el triunfo sea de Carlos Calleja. Una encuesta, es una tendencia del momento y no, necesariamente, una predicción del futuro.
Aunque el término de Derecha, es relativo; puede definirse, como la creencia en la libertad, el sistema democrático, la iniciativa privada, en los valores familiares y morales que da nuestra cultura occidental, dentro de una familia tradicional y tolerante ante cualquier manifestación religiosa cristiana (católica y evangélica o protestante). Este grupo de personas es mayoritario en el país. Sin embargo, la anti política está conduciendo hoy la política nacional, y esto es, el señalamiento de los errores políticos y no, propuestas políticas, bajo principios ideológicos, en una congruencia, entre praxis e ideología, para lograr “la prudencia política”.
Esto nos plantea una realidad: Bukele se ha proclamado de Izquierda radical, pues recoge los valores primigenios del FMLN guerrillero y ofrece cumplirlos mediante el uso de la fuerza. Por otro lado, tenemos al FMLN, que se está consolidando para ser una oposición, en una lucha de poder con Bukele, pero en coincidencia ideológica.
De haber una derrota presidencial de Calleja, la Derecha, se dividirá en tres grupos: 1) los “progresistas”, que respetan la propiedad privada, pero son contrarios a los valores familiares tradicionales y con la laxitud de la moral del anarco-capitalismo, los obliga a la “tolerancia ideológica”, sin poder oponerse a la Izquierda; 2) la Derecha en su estructura partidaria, que se encerrará en sus intereses locales, que le garantizan diputados y alcaldías, pero incapaces de crecer, ni velar por los intereses a nivel nacional y 3) por exclusión, toda persona de Derecha que no se sienta identificado con los dos grupos anteriores y que es la mayoría en el país.
Si no se da una apertura de la Derecha partidaria y, adopta una posición clara y congruente con los valores de la Derecha tradicional, no podrá ejercer una oposición efectiva, pues para ello, es necesario una formación ideológica profunda y sus líderes locales, mantienen una relación de carisma y asistencialismo local, para mantener al votante, en descuido del aspecto ideológico, fundamental para la vida en prosperidad.
La oposición debe de venir desde la sociedad civil y las gremiales, defendiendo el sistema democrático y los valores originales mandados por nuestra Constitución; en defensa directa de los intereses particulares expresados en los gremios. La Izquierda atacará el sistema económico, para debilitar el sistema político, para luego justificar la necesidad de un nuevo orden social, como lo sugiere Félix Ulloa.
Una lucha política contra un dictador, será complicado, sino veamos Venezuela o Nicaragua, pero aún tenemos la posibilidad de evitarlo, si pensamos que la anti política que señala Bukele: corrupción, despilfarro y abuso de poder, será peor en su Gobierno. El FMLN lo expulso de su partido y eso nos debe de servir de parámetro de sus ambiciones. Solo la conciencia de su peligro común, puede evitar que se convierta en un Dictador. La Derecha es mayoría.