Solemos pensar que la depresión es una enfermedad invisible. Sin embargo, aunque ahora las personas comprenden mejor los síntomas emocionales y mentales de la depresión, no todos saben que esta enfermedad también puede provocar algunos problemas físicos.
Entumecimiento y sensación de hormigueo en las manos
Esta extraña sensación puede estar causada por el estrés o una respiración superficial, aunque normalmente se relaciona con un cuadro depresivo con ansiedad. Si padeces este síntoma, haz esta prueba online para verificar si está relacionado con la depresión.
Caída del cabello
El estrés y la depresión pueden causar desequilibrios hormonales que provocan la caída del cabello. Algunos medicamentos también pueden afectar al cabello, por lo que si notas que comienzas a perder pelo, consulta a tu médico para que te explique las diversas opciones.
Transpiración excesiva
La sudoración es un síntoma común en los problemas de salud mental ya que es una de las respuestas de lucha o huida del organismo. Si notas que estás sudando más de lo normal y en situaciones inusuales, consulta a tu médico de cabecera.
Cambio en el apetito
La depresión afecta de forma diferente a las personas. Algunos pueden perder el apetito, lo que provoca a su vez una pérdida de peso no deseada y un aumento de la sensación de fatiga y letargo. En cambio, otras personas pueden experimentar un aumento del apetito, así como sentir antojos por alimentos azucarados ya que su organismo está demandando una dosis adicional de energía. Esto puede dar pie a un aumento no deseado de peso y a un pico de azúcar en sangre, seguido de un estrepitoso descenso.
Palpitaciones
Las palpitaciones pueden ser signo de un problema cardíaco, por lo que nunca se deben tomar a la ligera. Sin embargo, a menudo no son un síntoma de una enfermedad del corazón sino de algunos problemas mentales. La depresión puede provocar una hipersensibilidad del sistema nervioso y aumentar los niveles de varias hormonas, lo que puede causar una aceleración del ritmo cardíaco, así como arritmias e incluso dolor en el pecho.
Por eso, si notas cualquier alteración cardiaca, consulta inmediatamente a tu médico de cabecera.
Alteraciones en el ciclo menstrual
La depresión puede causar un aumento brusco en los niveles hormonales del organismo, sobre todo si se combina con el estrés o la ansiedad, ya que provoca un incremento notable de los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Se conoce que las fluctuaciones hormonales pueden provocar alteraciones en el ciclo menstrual a largo plazo, haciendo que este sea más abundante o que desaparezca. Por tanto, si notas algún cambio en tu ciclo menstrual, consulta a tu médico de cabecera.
Problemas digestivos
Se ha demostrado que tenemos más receptores de serotonina, la hormona de la felicidad, en nuestro intestino que en el cerebro, de manera que muchos de los problemas digestivos están relacionados con las enfermedades emocionales y mentales. De hecho, la depresión puede causar diversos problemas digestivos, desde estreñimiento y diarrea hasta dolores de estómago sin causa aparente y náuseas.
Esta sensación de malestar puede provocar un círculo vicioso, haciendo que las personas con depresión se sientan peor emocionalmente, por lo que es importante acudir al médico de cabecera ante cualquier molestia estomacal.
Insomnio
Uno de los síntomas más conocidos de la depresión es el exceso de sueño y la falta de energía. Sin embargo, muchas de las personas con depresión en realidad son incapaces de conciliar el sueño. Se trata de un problema muy molesto que puede generar cansancio y dificultades a la hora de levantarse debido a la falta de reposo. Mejorar la higiene del sueño puede ayudar a algunas personas, pero si la causa es una depresión no diagnosticada, es importante buscar ayuda médica. Todos sabemos lo mal que podemos sentirnos después de pasar una noche entera sin dormir, por lo que si esto se convierte en pan cotidiano, puede causar desesperación.
Síndrome de la boca ardiente
Se trata de una sensación extraña y a menudo dolorosa en la que se siente un intenso calor en los labios, la lengua o en toda la boca. No se sabe a ciencia cierta por qué aparece, pero se ha relacionado con la forma en que el cerebro traduce los mensajes que envían los nervios. Los expertos consideran que el estrés y la depresión son algunas de las causas que provocan esta molesta sensación. No obstante, como suele ser difícil establecer una conexión en el momento del diagnóstico, es importante mencionarlo en la consulta médica.
Incapacidad para concentrarse
A las personas con depresión les cuesta mucho concentrarse en tareas tan simples como ver la televisión. La depresión provoca cambios a nivel cerebral que hacen que concentrarse en tareas sencillas sea complicado, así que es sencillo suponer cuán difícil puede ser mantenerse concentrados en tareas más complejas como redactar una presentación o leer un libro.
Resfriarse con frecuencia
La depresión afecta el sistema inmunitario y hace que quienes la padezcan sean incapaces de practicar ejercicio físico, comer o satisfacer cualquier otra necesidad básica. Por eso, enfermarse con frecuencia puede ser una señal de alerta que indica que las defensas del cuerpo están bajas y que algo no va bien. Por consiguiente, si has tenido varios resfriados, es importante que te hagas un chequeo médico, aunque no creas que algo vaya mal. Tu cuerpo podría estar intentando decirte algo.