Kate del Castillo cuenta su verdad de lo que pasó con “El Chapo”

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La actriz mexicana Kate del Castillo concedió una entrevista a la revista The New Yorker en la que afirmó que los cuestionamientos sobre los supuestos nexos que se le atribuyen con el narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”  “son una cacería de brujas”.

Además la actriz poner en entredicho algunos elementos del reportaje que Sean Penn hizo sobre el capo en The Rolling Stone.

Luego de un largo silencio, la intérprete afirmó a la publicación estadounidense que, al enterarse de que estaba siendo investigada por la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía de México) por los supuestos vínculos con el jefe del Cartel de Sinaloa, se “quería morir”.

En la entrevista, la actriz mexicana habla sobre la reunión que sostuvieron ella, el actor Sean Penn y “El Chapo” para conversar sobre la posibilidad de hacer una película o un documental sobre el narcotraficante.

Guzmán “quería una gran película y que yo la protagonizara”, dice Del Castillo a The New Yorker.

El artículo también incorpora una foto en la que aparecen la actriz, Penn y Guzmán, y que la atribuye como una “cortesía” de Kate del Castillo.

Además en la pieza se transcriben algunas cartas que Guzmán Loera había enviado a Del Castillo después de que ella escribió el tuit que le cambió la vida: “Hoy creo más en “El Chapo” Guzmán que en los gobiernos que ocultan verdades, incluso si son dolorosas. SEÑOR. CHAPO, ¿no sería genial si COMENZARA A TRAFICAR CON EL BIEN? . . .”.

“Paisana…hablaste por mí”, le escribió Guzmán Loera. Según la narración de The New Yorker, los abogados del narcotraficante, que fueron quienes la contactaron, le hablaron de la intención de su jefe de enviarle flores, pero se detuvo ante el hecho de que no había encontrado su dirección de manera inmediata.

La entrevista

Ese primer contacto fue mediante correo electrónico, revela Kate del Castillo en el reportaje. Pero no fue lo único que el equipo de Guzmán Loera hizo para acercarse a ella: según narra, su gente se hizo pasar por productores que querían contactarla para ofrecerle un proyecto. El número de teléfono se lo pidieron a la madre de la actriz. Ahí comenzaron los mensajes de texto.
La entrevista que le hizo el reportero de The New Yorker a Del Castillo se produjo el mes pasado en su casa de Los Ángeles, donde hace referencia a ese tuit que le generó tantos problemas; “¿Sabes por qué se están ensañando conmigo? No estoy diciendo que todo esto sea verdad. es simplemente lo que yo creo”, aseveró la actriz mexicana en el reportaje.

En efecto, el periodista Draper cita a la madre de Del Castillo: “Todo lo que ella hace es así, sin pensar en las consecuencias”.

Justo ese correo electrónico es lo que desencadenó los contactos entre la actriz y “El Chapo” Guzmán, y según destaca The New Yorker, un abogado del capo la contactó en febrero de 2014, como se ha ventilado en los medios, para que hiciera una película del narcotraficante mexicano.

No fue sino hasta el 29 de septiembre que Del Castillo viajó desde Miami a un aeropuerto cerca de Ciudad de México en un avión, que dice la actriz, fotografió y mandó a un amigo por si “no sabían de ella esa noche”.

Como resultado de ese viaje Del Castillo se reunió con dos abogados del capo de Sinaloa que le hablaron de la película.

“Estaba como sorprendida”, dice la actriz a Draper y se enteró por los dos hombres que en efecto le quería dar todos los derechos para que hiciera el filme, no sin antes preguntarles por qué la habían escogido a ella.

Según cuenta la actriz, los abogados le dijeron que era por su valentía. “Porque siempre dices la verdad, incluso si es sobre el gobierno, porque vienes de una gran familia” y porque -continúa la actriz en el reportaje- “El Chapo” es un fanático de la serie “La Reina del Sur”.

La actriz afirma que no le dijo a nadie de la película, sólo al productor argentino Fernando Sulichin, quien le presentó a José Ibáñez, otro cineasta argentino que había producido el documental de Oliver Stone “South of the Border”.

Carta de “El Chapo”

En diciembre de 2014 “El Chapo” le envió, según cuenta el trabajo del periodista Draper, una carta escrita a puño y letra a Del Castillo para agradecerle sobre el famoso correo electrónico que metió a la actriz en problemas con la opinión pública.

“Muchas gracias por lo que hiciste por mí, paisana, me hiciste el favor de hablar por mí. Gracias, amiga, No te puedo pagar por lo que hiciste por mí. Te hago saber que estoy bien… con respecto a los derechos, quiero ser claro que tú eres la única que decides todo, lo que quieres y lo que no quieres”.

Según cuenta el reportaje de The New Yorker, Guzmán le dio los derechos de la película a Del Castillo en enero de 2015, un proyecto que sería coproducido por Sulichin e Ibáñez. Un notario en la cárcel de El Altiplano, fue testigo.

“Quizás él pensó de alguna manera que yo podría entender su mundo”, afirma la actriz en el reportaje.

Tras la segunda escapada de “El Chapo”, Kate del Castillo pensó que el proyecto ya no tenía sentido, aunque uno de los productores insistió que, por el contrario, se ponía más interesante.

Es entonces, según The New Yorker, cuando entra en escena el actor Sean Penn, amigo de Sulichin, quienes hablaron en alguna oportunidad sobre la huida del narcotraficante. Tanto Del Castillo como Sulichin pensaban que un actor como Penn podría agregarle valor a cualquier filme sobre “El Chapo”, por lo que finalmente este último solicitó un encuentro con la actriz mexicana.

Según cuenta The New Yorker, el encuentro entre los tres, Penn, Del Castillo y Sulichin, ocurrió en un restaurante de Santa Mónica. Penn no estaba interesado en la película, pero sí en la posibilidad de reunirse con el capo.
El encuentro

“Suena muy peligroso, el tipo huyó, pero puedo tratar”, dice Del Castillo a Draper.

La primera gestión se produjo el 25 de septiembre en Guadalajara a través de mensajes de texto que ya fueron filtrados por los medios donde “El Chapo” le pedía, muy amorosamente a Del Castillo reunirse en Mazatlán, Sinaloa.

El resto es conocido, que probablemente llevaría a los productores y al actor Sean Penn para ese encuentro.
The New Yorker indica que Penn y Del Castillo se reunieron el 1 de octubre para planificar el encuentro con “El Chapo”. Para ello la actriz reservó un vuelo charter para lo que pagó 33,720.37 dólares con dinero de su propia cuenta.

Penn luego colaboró con parte del costo de ese vuelo. Del Castillo afirma que Penn hacía preguntas en calidad de reportero, pero que no lo veía tomando notas o grabando. Para ese entonces el actor ya se había puesto en contacto con la revista Rolling Stone; el 2 de octubre Penn, Del Castillo, Sulichin e Ibáñez abordaron el avión para volar a México.

La actriz cuenta que llevaba un regalo para el capo que consistía en un libro de ficción que escribió sobre su primer matrimonio titulado “Tuya”, uno de poesías, una botella de tequila y dos películas donde actúan ella (Under the same moon) y Penn (21 Grams).

Al parecer, señala The New Yorker, Penn llevaba una carta donde el fundador de Rolling Stone Jann Wenner confirmaba que el actor y los dos productores argentinos estaban a cargo de la historia para la revista, cosa que Del Castillo dijo desconocer.

Alfredo Guzmán, hijo del narcotraficante, se reunió con todos ellos en Guadalajara. Allí dejaron sus celulares y abordaron dos avionetas desde una pista de tierra cercana a la ciudad.

El reportaje cuenta que los dos actores se bebieron la botella de tequila para calmar los nervios. Al aterrizar abordaron dos camionetas que rodaron unas siete horas hasta una zona montañosa cerca de Cosalá, en Sinaloa, donde llegaron en la noche.

Dice que nunca le habló de la entrevista

“El Chapo” los recibió, cuenta The New Yorker.

Kate del Castillo asegura que Penn nunca le habló de la entrevista cuando se reunieron por primera vez y los productores argentinos creen que se habló de ello por primera vez o en el vuelo a Guadalajara o en el propio hotel donde se hospedaron en esa ciudad.
Del Castillo afirma a The New Yorker que esa primera noche con el capo giró en torno a la entrevista, algo que ella dice, no esperaba, por lo que pensó que la película podría girar en torno al artículo que sería publicado en Rolling Stone.

“El Chapo” luego se despidió ý salió con rumbo desconocido, mientras los invitados durmieron en la casa en la que estaban. El capo y Penn nunca se reunieron otra vez, señala el reportaje.

Fue entonces cuando comenzaron los operativos del ejécito en el área, lo que hace sugerir que los invitados fueron rastreados hasta ese encuentro con “El Chapo” Guzmán.

El reportaje señala que Penn, Del Castillo e Ibáñez se volvieron a reunir a principios de noviembre. El actor le entregó las preguntas que quería hacerle al capo, cuyo resultado está en el famoso video de “El Chapo” respondiendo a una voz fuera de cámara, presumiblemente de uno de sus ayudantes, en algún lugar de las montañas de Sinaloa. Ese video lo recibió Del Castillo en Nueva York, donde fue a buscar el paquete que tenía un celular con esa grabación.

Del Castillo le cuenta a Robert Draper que ella creía que después de estas gestiones y de la publicación del reportaje de Sean Penn en Rolling Stone podría comenzar a dedicarse a la producción de la película.

En este punto es cuando Penn le envió al narcotraficante el borrador final del reportaje para su aprobación, hecho que generó muchas críticas en el mundo periodistico. Gerardo Reyes, de Univision, en efecto cuenta que no lo entrevistó porque se negaba a tener la aprobación final del capo.

Del Castillo se da cuenta en este punto, tal como reseña Draper, que Penn no estaba interesado en ser parte de la película.

También la actriz solicitó el consejo de un abogado sobre las implicaciones de haberse reunido con el narcotraficante, que era un prófugo de la justicia, a lo que el abogado respondió que no había ningún crimen envuelto en esas gestiones. En todo caso, ese abogado, Alonso Aguilar Zinser, decidió luego no seguir asesorándola, aduciendo conflicto de interés.

“Disparidades”

El reportaje habla también sobre las disparidades del artículo de Rolling Stone de Sean Penn entre lo que ocurrió antes y en el encuentro con “El Chapo”.

Por ejemplo, Del Castillo negó que en el trayecto que hicieron Penn y ella para ir al encuentro con el capo pasaran por un retén militar, como lo aseguró el actor.

Luego ocurrió la recaptura de “El Chapo” y las afirmaciones de la fiscal Arely Gómez donde confirma que las interacciones entre el capo y productores y actores ayudaron a ubicarlo.

“Quería morirme”, dice Kate del Castillo al reportero de The New Yorker.

Fue entonces cuando Gerardo Reyes de Univision trató de ubicarla. Del Castillo dice que colgó una llamada del reportero buscando confirmación.

La actriz asegura que se negó a ser parte de otra historia que Rolling Stone quería escribir sobre todo el episodio.

Kate Del Castillo dice a la publicación que permanece en Los Ángeles por consejo de sus abogados, especialmente luego de la posibilidad de que sea acusada de lavado de dinero, un delito que niega y a lo que califica como “una cacería de brujas”.

En efecto, Penn también afirmó en una oportunidad que el giro que dio el tema tras su reportaje lo llevó a la conclusión de que su trabajo fracasó a la hora de mostrar una faceta del narcotraficante y no lo que rodeó su encuentro con él.

Pero Del Castillo asegura a The New Yorker que ella ha sido la más afectada.

Draper escribe al finalizar su reportaje que la actriz cree que resultó más expuesta luego de que no apareció en la carta del fundador de Rolling Stone donde se señalaba claramente que Penn, Sulichin e Ibáñez eran parte de una asignación para entrevistar a “El Chapo”.

Sin embargo Del Castillo afirma que sigue empeñada en hacer la película del narcotraficante.