Pese a los fundamentos de la defensa del ex fiscal Luis Antonio Martínez, la jueza 1º de Paz de San Salvador, Marta Elena Rosales, decidió enviarlo a prisión.
La audiencia inicial se efectuó a puerta cerrada, sin que los medios de comunicación tuvieran acceso a la misma, tal como ocurrió con la audiencia en el caso Rais-Martínez, donde la presencia de la prensa fue determinante para que la población estuviese informada de lo que ocurría; sin embargo, al declarar reserva total en el juicio, la juez Rosales ha privado a la sociedad de poder saber qué es lo ocurrió durante la audiencia contra Martínez.
En el caso Rais-Martínez, la ciudadanía estuvo informada, segundo a segundo, de los incidentes que se producían durante el desarrollo de la audiencia inicial y pudo sacar conclusiónes divididas, unas a favor o en contra de los imputados y otras en contra o a favor de la juez que manejó la audiencia. Se formó Inclusive una opinión significativa de condena hacía la jueza 7a dePaz Evelyn del Carmen Jiménez, cosa que condenamos y que posiblemente influyó en la decisión de la juez Primera de Paz Marta Elena Rosales que mandó a la cárcel al ex fiscal Luis Martínez.
Ahora ni los medios saben qué es lo que ocurrió en los intermedios de lo que ya se ha comenzado a calificar como una película titulada “El ex fiscal contra las pandillas”
Martínez ha sido llevado a prisión por la denuncia de un sacerdote católico, juzgado y condenado por introducir objetos ilícitos a centros penales para ser utilizados por los pandilleros que han logrado convertirse en un verdadero poder en el país.
El Salvador recordará como una de las últimas operaciones, junto con la PNC, del ex fiscal Martínez, la realizada contra el accionar de las pandillas la llamada”Operación Jaque” en la que, según el mismo director de la Policía Nacional, Howard Cotto, quedó al descubierto “La Federación”, escalón superior en la escala de mando de las pandillas de la MS13.
El abogado defensor del ex fiscal, José Manuel Cruz Azucena, trató por todos los medios de demostrar que no había delito que perseguir en la denuncia del “padrecito Toño” como el sacerdote Antonio Rodríguez prefiere que le llamen los niños y niñas a quienes imparte la caridad cristiana.
Según el defensor de Martínez, la información que el ex fiscal puso en conocimiento de las máximas autoridades eclesiales del país, eran parte de las conversaciones entre “el padrecito toño” y líderes de las pandillas que se encuentran o encontraban guardando prisión en las cárceles del país, pero que dichas conversaciones se encontraban en sede judicial, es decir formando parte de un juicio y que, por lo tanto, se trataba de información pública a la que podía tener acceso cualquier persona.
La divulgación a la que hace referencia la denuncia de Rodríguez, segun la defensa de Martínez, se produjo en el escenario de una conciliación con los superiores del denunciante para permitir un juicio abreviado en vez de un largo proceso que mantendría por mucho tiempo en la cárcel al padre Antonio Rodríguez y no un afán publicitario por lo que tampoco podía constituir delito alguno.
Cuáles fueron los argumentos de la fiscalía ? no lo sabemos. Cuántos fiscales para ripostar a un defensor? tampoco lo sabemos. Cuáles los fundamentos de la jueza para mandar a Martínez a la cárcel? tampoco lo sabemos.
En una delos momentos de la audiencia en el caso Raís-Martínez la población, con su sentido natural de humor, aseguró que el partido había quedado 1-0; en esta segunda audiencia el resultado fue diferente: las pandillas 10 el ex fiscal Luis Martínez 0. es decir que el partido terminó 10-0. Lástima que no pudimos entrar a ver el juego.
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