La reciente decisión de El Salvador de establecer relaciones diplomáticas con la República Popular de China sorprendió al Japón, quien también podría estar revaluando su cooperación al país, dijo en una entrevista el embajador de Japón en El Salvador, Kazuyoshi Higuchi.
Según LPG, para el funcionario nipón, la ruptura de relaciones diplomáticas con Taiwán en favor de la República Popular de China lo tomó por sorpresa.
Higuchi habría escuchado rumores, pero, según la entrevista, el embajador sigue sin entender por qué el gobierno de Salvador Sánchez Cerén escogió hacerlo en la coyuntura actual: pocos meses antes del fin de la actual administración y llegando a las elecciones presidenciales, antes de la aprobación de la concesión del puerto de La Unión y antes de la aprobación de una ley de Zona Económica Especial (ZEE) en oriente. Sospecha que todas tengan una relación.
LPG profundiza en su reportaje asegurando que para el embajador japonés ”no es algo sencillo, porque puede conllevar, incluso, la suspensión o hasta la ruptura de la cooperación internacional que Japón brinda a El Salvador , si el país deja de cumplir alguno de los valores fundamentales que comparte con el país asiático: democracia, libertad y cumplimiento de las leyes y gobernabilidad”.
La entrevista lleva todos los temas discutidos directamente al puerto de La Unión, lo que preocupa al Japón, pues ese país financió su construcción.
Para Higuchi, ese puerto fue concebido para fomentar el desarrollo de El Salvador y promover el comercio internacional. De entrada, dice, debe evitarse cualquier uso militar. Hace unas semanas, de hecho, la embajadora de Estados Unidos en el país, Jean Manes, advirtió sobre la expansión militar de China en la región y su interés en el puerto de La Unión.
“Esperamos que el Gobierno salvadoreño no rompa ese compromiso internacional con Japón. Eso quiere decir si utiliza el puerto de La Unión para uso militar. Ese compromiso existe. Como hay rumores, información, el Gobierno no va a decir nada sobre uso militar. Entonces, como Gobierno de Japón tenemos que tener la esperanza, el deseo, de que mantenga este compromiso”, explicó el embajador Higuchi durante la entrevista.
El embajador Higuchi también advierte que el puerto debe ser abierto, además que la licitación para concesionario y el proceso para asignarlo deben ser transparentes.
Además, debe investigarse muy bien a la empresa concesionaria. “La selección de a quién el Gobierno le dará la concesión eso siempre hay que cuidar y verificar visión de la empresa y su estado financiero, su experiencia y convivencia con el pueblo salvadoreño. Es decir, trabajar junto al pueblo salvadoreño en el puerto de La Unión. Que el puerto esté libre, abierto para cualquier transportista de cualquier país, para que tenga más volúmenes de carga y descarga”, sostiene.
Ante estas palabras, de telón de fondo está la posibilidad de que una empresa estatal china se quede con el puerto y lo utilice exclusivamente para mover su mercadería, sin aceptar barcos de otras naciones. O que gane la licitación de manera poco transparente, sugiere el embajador. En esto, Higuchi hace la observación que tiene mucha lógica la vinculación de la ZEE con el puerto de La Unión.
“Talvez tienen vínculo el puerto de La Unión y la Zona Económica Especial, porque, para mejor operación del puerto necesita industria ahí, para generar materiales, productos que van a cargarse y descargarse en puerto La Unión. Talvez por esa razón el Gobierno está proponiendo la Zona Económica Especial para que venga más industria o talvez para servicios, pero no sé todavía qué tipo de servicios o manufacturas o quién va a venir”, apunta.
El embajador agrega que Japón, por su cercanía geográfica, siempre ha puesto especial atención a la situación en el estrecho de Taiwán (que separa a la isla de China Continental).
“Si China Continental establece relaciones diplomáticas con otros países en Centroamérica y otros lugares y Taiwán pierde todo (sus aliados diplomáticos) habrá oportunidad de algo, sobre el balance y la paz del mundo. No estoy hablando solo sobre el estrecho de Taiwán, sino en el mundo. Habrá algún cambio de fuerza. Eso nos mantiene preocupados en Japón. ¡Siempre mantengan, por favor, la tranquilidad y la paz entre China y Taiwán!”, exhorta Higuchi.
La preocupación japonesa no es para menos. Dos días después de que El Salvador rompió relaciones con Taiwán, la presidenta Tsai Ing-wen pidió a Estados Unidos “la normalización” de la venta de armas hacia su país.