Aunque todavía queda tiempo para que arranque el Mundial de Rusia de 2018, buena parte de las opciones de los pupilos de Julen Lopetegui de estar en la cita pasarán por los resultados que se produzcan esta semana, empezando en Turín, en el primer gran duelo entre los dos grandes favoritos del grupo, quienes se jugarán, a priori, la plaza directa para la Copa del Mundo.
A Italia y España no le hacen faltan presentaciones, llevan desde 1920 disputando encuentros fraticidas en los que siempre había algo en juego, ya fuera unos Juegos Olímpicos, Mundial o Eurocopa, encuentros que siempre se disputaban con pasión, como si de un derbi entre selecciones se tratara.
La ‘azzurri’ rompió en la anterior Eurocopa de Francia, en el 2-0 de octavos de final, la buena racha de resultados que traía la ‘Roja’ en los últimos emparejamientos particulares, como la doble eliminación de los transalpinos en los penaltis -Euro 2008 y Copa Confederaciones 2013-, además del recordado 4-0 en la final jugada en Kiev en 2012 por el campeonato de Europa.
Ahora la tendencia se ha equilibrado y ha llegado el momento de que la balanza se incline a uno de los lados, ya que solo hay sitio confirmado para el campeón de grupo, el segundo deberá esperar a la temida repesca, y el resto de integrantes del sexteto -empezando por Albania e Israel- quieren dar la sorpresa y plantar batalla en esta fase de clasificación, además de beneficiarse si se reparten estos viejos conocidos, con nuevos inquilinos en sus banquillos, los puntos en liza.
