Informe anual del Departamento de Estado sobre derechos humanos

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Por ShareAmérica, 21 de abri 2018l. El Informe por países sobre Derechos Humanos  (en inglés) publicado anualmente por el Departamento de Estado es con diferencia el documento más leído entre sus publicaciones. Más de un millón de lectores lo acceden en línea cada año.

Además, dice Michael Kozak, el principal funcionario en la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo del Departamento de Estado, los lectores pueden ordenar la base de datos en linea (en inglés) adjunta por país o por tema, como por ejemplo, derechos humanos de la mujer o de grupos minoritarios, libertad de expresión o condiciones en las prisiones.

¿Quién utiliza esta información, y cómo?

El informe anual no trata de “hacer juicio” de otros países. Por el contrario, afirma Kozak, “lo hacemos para informarnos a nosotros mismos, de manera que cuando vayamos a tomar decisiones lo hagamos con los ojos abiertos para saber con quién estamos haciendo tratos”.

El Departamento de Estado ha identificado seis diferentes maneras en las que se utiliza el informe frecuentemente:

  • El informe puede ser utilizado para informar al presidente Trump y a altos funcionarios gubernamentales, incluido el secretario de Estado, antes de reunirse con jefes de estado y personalidades de la sociedad civil del extranjero.
  • Organizaciones no gubernamentales dependen de los datos en el informe para realizar sus informes y programación.
  • Las Naciones Unidas y otros organismos internacionales usan el informe para evaluar los registros de derechos humanos de otros países.
  • Catedráticos lo usan como una herramienta de investigación y enseñanza.
  • Empresas y otras organizaciones comerciales lo emplean para ejecutar análisis de riesgo para inversiones internacionales y desarrollo de negocios.
  • El Departamento de Justicia de Estados Unidos y abogados de derechos humanos lo utilizan como referencia cuando adjudican casos de asilo.Un hombre de pie detrás de una cerca de alambre (© AP Images)

El Congreso de Estados Unidos aprobó una ley hace más de 40 años que requiere que el secretario de Estado prepare este informe y lo transmita al Congreso cada año para que los legisladores puedan considerar la información al crear leyes, aprobar tratados y tomar otras decisiones políticas.

Basado en la Declaración Universal de Derechos HUmanos de las Naciones Unidas y en subsecuentes tratados sobre derechos humanos, los informes por países no determinan conclusiones legales, califican a los países o declaran si han fracasado en el cumplimiento de las normas.

“Proporciona al lector información … para tomar una decisión. Simplemente se trata de dejar que sean los hechos los que hablen por sí mismos”, afirma Kozak.

¿Cómo consigue Estados Unidos esa información?

“Hacemos las mismas preguntas en cada país” y cada uno es considerado en base a las mismas normas independientemente de sus relaciones con Estados Unidos, explica Kozak. Cada embajada de Estados Unidos tiene un funcionario encargado de derechos humanos que reúne la información del gobierno anfitrión, informes de prensa, organizaciones locales no gubernamentales y otros que se preocupan por la situación de los derechos humanos en el país.

Parece irónico que los países con buenos antecedentes en derechos humanos con frecuencia tengan largos informes, anotó Kozak al indicar que lo que ocurre es que en esos casos se dispone de más información porque esas sociedades son más transparentes, es más probable que tengan una prensa libre que informa sobre las denuncias de abusos, con un sistema legal abierto y sindicatos activos y activistas de derechos humanos.

Para que el tamaño del informe sea manejable el funcionario de derechos humanos de Estados Unidos identifica un ejemplo representativo de cada abuso en lugar de anotar cada instancia.

Los informes reflejan la importancia de los derechos humanos en la estrategia general de seguridad nacional de Estados Unidos. Kozak observó que aunque el enfoque de “simplemente hechos” no produce un cambio de la política de Estados Unidos hacia un determinado país, “significa que sabemos con quienes estamos tratando y sin pretender ante nosotros de que por el hecho de que otro gobierno coopere con nosotros en algunos temas es porque debe estar respetando los derechos humanos de su pueblo”.