La vieja casa donde el fallecido presidente Hugo Chávez pasó parte de su infancia, en la ciudad suroccidental de Barinas, Venezuela, fue incendiada el lunes por enardecidos manifestantes en medio de disturbios que dejaron un joven fallecido, oficinas públicas quemadas, comercios saqueados y una instalación de la guardia nacional atacada.
Decenas de manifestantes, algunos con los rostros cubiertos con camisetas, bloquearon con barricadas algunas de las principales vías de Barinas, capital del estado del mismo nombre, e incendiaron la vivienda, cercana al centro de la ciudad, donde creció Chávez, indicó a The Associated Press el diputado opositor Pedro Luis Castillo, habitante de esa localidad.
Castillo dijo que también fueron incendiadas las sedes regionales del Consejo Nacional Electoral, del oficialista Partido Socialista Unidos de Venezuela, y de un instituto estatal de vivienda.
El congresista relató que la protesta se desbordó luego de que cayera herido por un disparo de arma de fuego Yorman Bervecia, de 19 años, en medio de un enfrentamiento entre manifestantes y fuerzas de seguridad, que utilizaron gases lacrimógenos y balas de goma para tratar de dispersarlos. Bervecia murió poco después en un ambulatorio de Barinas.
Los manifestantes luego se abalanzaron hacia una comandancia de la Guardia Nacional, donde se enfrentaron con piedras y otros objetos contundentes a los militares, tomaron la instalación y realizaron destrozos en las oficinas. Asimismo, quienes protestaban atacaron algunas dependencias policiales y un hospital de esa localidad, según confirmó el vicepresidente Tareck El Aissami, en una transmisión de la televisora estatal. De manera simultánea a las protestas, en las calles comenzaron a aparecer motorizados que saquearon decenas de comercios.
“Hay una anarquía total”, afirmó el congresista al relatar que algunas zonas de Barinas donde se registraron los saqueos quedaron sin ningún tipo de resguardo de los cuerpos de seguridad.
Los disturbios de esa ciudad se dieron en medio de una nueva jornada de protestas que convocó la oposición en Caracas y otras ciudades para exigir la apertura de un canal humanitario para permitir el ingresos de medicinas y hacer frente a la crisis que enfrenta el sector salud por la escasez de medicamentos e insumos en los hospitales, que según los gremios del sector supera 90 por ciento.
Dilfren Jiménez, un enfermo renal de 16 años, ingresó la noche del domingo a las estadísticas de fallecidos por la crisis del sector salud: murió a consecuencia de una contaminación que adquirió a inicios de año en la unidad de nefrología de un hospital infantil del norte de Caracas y la falta de antibióticos para tratarle las infecciones, dijo a la AP Francis Moreno, tía del adolescente fallecido.
El caso de Jiménez y otras personas que han muerto en los últimos meses por la falta de medicinas llevó este lunes a varios miles manifestantes y médicos, vestidos con batas blancas, a tomar algunas calles del este de la capital para tratar de marchar hacia la sede del Ministerio de Salud, en el centro de Caracas.
Centenares de policías y guardias nacionales, con equipos antimotines, bloquearon el avance de la marcha por una avenida del este, lo que llevó a miles de manifestantes a tomar la principal autopista para tratar de avanzar hacia el centro. Las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a los manifestantes y reestablecer el tránsito.
En la ciudad central de Los Teques, a las afueras de Caracas, también ocurrieron violentos incidentes cuando decenas de manifestantes se enfrentaron con piedras y otros objetos contundentes a las fuerzas de seguridad.
En el municipio capitalino de Baruta, al este de la capital, y en la ciudad sureña de Puerto Ordaz, estado Bolívar, se reportó el ataque e incendio de varios autobuses estatales.
Al menos 49 personas han fallecido, más de mil han resultado heridas y varios centenares permanecen detenidos luego de casi dos meses de protestas que se activaron a raíz de dos sentencias que emitió a finales de marzo el máximo tribunal contra el Congreso, que luego revirtió.
El vicepresidente Tareck El Aissami declaró que en distintos operativos desplegados por los cuerpos de seguridad en Caracas y otras ciudades del interior fueron capturados en las últimas horas al menos dos decenas de personas acusados de prestar apoyo financiero y logístico a los manifestantes, entre ellos un supuesto miembro del partido opositor Voluntad Popular identificado como Jorge Machado Jiménez, quien fue acusado de dirigir “las acciones de los grupos de choque”.
El Aissami también destacó que la Policía Nacional en la madrugada del lunes “logró la captura de 16 terroristas que formaban parte de la célula armada… que tenían sitiadas a varias comunidades” en el suroeste de la capital, con el propósito de “forzar un paro”.
“Estamos enfrentando una agresión de fuerzas violentas”, afirmó la víspera el presidente Nicolás Maduro al acusar a su par estadounidense, Donald Trump, de apoyar a los opositores un complot contra su gobierno. El mandatario señaló a la coalición opositora de impulsar acciones de violencia “nazi-fascistas” contra partidarios del gobierno.
Maduro exigió a la Fiscalía General investigar el caso del hombre que fue quemado el pasado sábado en confusas circunstancias por un grupo de personas en los alrededores de una plaza en el este de la capital.
El dirigente y excandidato presidencial, Henrique Capriles, manifestó que era sospechosa la postura que asumió el gobierno en el caso del hombre quemado y pidió también a la Fiscalía investigar el hecho. “Estamos enfrentando unos diablos criminales. Los creo capaces de quemar a alguien para tratar de desvirtuar… lo que es la protesta legítima del pueblo venezolano”, acotó.