¿Golpe de Estado señores gobernantes?

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Por Mauricio Eduardo Colorado.-

Dirigentes del partido político gobernante, entre ellos el presidente de la república,  han expresado que la presencia de una CICIES en El Salvador significaría un golpe de estado, y en otras declaraciones se ha hablado de un deseo del derrocamiento del gobierno. Indudablemente, que algo no está funcionando bien en El Salvador. Más bien, mucho no anda bien en El Salvador, pero nuestra afirmación es en referencia a que la situación política del gobierno, se percibe como indecisa, indefinida, irregular, y debilitada.

Como alguien podría creer, en ocasiones, los estrategas políticos, lanzan, como los militares en los conflictos armados, cortinas de humo para ocultar cosas que no quieren que el adversario vea con claridad lo que ocurre.

Maduro en Venezuela denuncia frecuentemente que ha descubierto un nuevo plan para asesinarlo, sin que a la larga pueda probar sus desesperadas afirmaciones que son cortinas de humo. Esperamos que no estemos copiando – como ya es de todos presumido- las estrategias y las políticas de Venezuela, porque cada vez se comprueba más, que la famosa teoría del socialismo del siglo XXI, ha fracasado y el único país donde tan letal sistema sobrevive, es Cuba, donde los Castro, una vez que usurparon el poder, no lo soltaron y sometieron al pueblo, a una tiranía de más de 50 años.

Ahora que han comprobado la ineficacia de su sistema, vuelcan sus ojos hacia su sempiterno enemigo, los Estados Unidos, pidiendo ayuda, disfrazándola como si los que ofrecen la ayuda son ellos, para salvar al sistema capitalista. Todos sabemos que la CICIES de Guatemala, efectivamente derrocó al gobierno corrupto del binomio Pérez Molina – Baldetti, pero también es conocido de todos que lo que salió a la luz con la CICIG guatemalteca, fue una red enorme de corrupción, que desplazó a los gobernantes, porque su gobierno se convirtió en insostenible.

Los incontables  salvadoreños que proponen una CICIES, lo hacen con la esperanza de que la corrupción sea erradicada del gobierno, pero si a ese anhelo los gobernantes se convierten en aludidos, la impresión que trasladan al público es que de alguna manera están involucrados, o están protegiendo a los corruptos que integran el equipo de gobierno. Igualar a una necesaria CICIES, con el apoyo internacional de las NN.UU., significa aceptar que son los gobiernos del mundo quienes  aspiran a dar ese supuesto y ridículo golpe de estado, que solamente puede caber en la mente de quienes se consideran amenazados de ser desplazados del poder, por vía legal. El concepto político y jurídico de Golpe de Estado, es relativo a un  rompimiento del esquema legal de toda la nación, desconociendo los métodos naturales y legales de un cambio de gobierno, e imponiendo por medio de la violencia, otro sistema donde la voluntad soberana del pueblo, es decir la ley, se aparta y se gobierna a conveniencia del hombre fuerte y su grupo de colaboradores.

En Guatemala no ocurrió eso, sino que el cambio de autoridades siguió un proceso normal, de respeto a la legislación, que produjo la separación de los funcionarios que habrían optado por aprovecharse de su condición de poder, para irrespetar al pueblo, que finalmente recuperó el control perdido.

Venezuela, obtuvo el poder por medio de una aparente aunque discutida legalidad del proceso electoral, pero las medidas erróneas de gobernar, han producido que la mayoría de ciudadanos exijan en forma legal, la separación de los gobernantes. Fidel en Cuba –ya lo hemos dicho- tomo el poder por la fuerza de las armas y jamás volvió a permitir que el pueblo expresara su voluntad en elecciones. Como se notará, el método es completamente opuesto a la legalidad. Ignoramos lo que está sucediendo al interior de quienes tienen el control del poder en nuestro país, pero las declaraciones recientes que sugieren un golpe de estado, por pretender eliminar la corrupción, son realmente comprometedoras, y merecen una explicación. El pueblo se lo merece. La mayoría de salvadoreños aborrece el rompimiento constitucional del sistema.