El Salvador tiene la segunda mayor caída de empleos de la década, apenas superada por la crisis mundial de 2008.
El dato fue ofrecido por la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES) en su informe de Coyuntura Económica del primer trimestre de 2017.
De acuerdo con la fundación, el Gobierno está maquillando las cifras para ocultar la vertiginosa caída en el empleo, la cual es producto de las malas políticas públicas, incluyendo el incremento al salario mínimo que fue forzado por el Gobierno sin tomar en cuenta a la empresa privada.
Se han perdido al menos 13,098 empleos en el sector privado, según cifras de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), sustentadas en los registros de afiliación del Instituto Salvadorenno del Seguro Social (ISSS).
De acuerdo a Pedro Argumedo, del Departamento de Estudios Económicos (DEC) de FUSADES, de las 272 actividades económicas registradas por el ISSS, en el 69.1 % se reportaron un menor número de cotizantes, principalmente en actividades con labores cuya paga es cercana al salario mínimo.
A nivel centroamericano, según las estadísticas de los bancos centrales e institutos de seguridad social, El Salvador es el único país en el que el empleo formal se contrajo en lo que va del 2017, advierte FUSADES.
Sin embargo, según el Gobierno, al utilizar datos del Banco Central de Reserva (BCR), los registros de empleo de meses como diciembre y marzo no deberían compararse debido a una variable de estacionalidad, a lo que FUSADES responde que el ajuste real en el empleo no es un problema estacional, sino producto de malas políticas públicas.
Además, el ISSS ha cambiado ‘ad hoc’ la manera de presentar los registros de los cotizantes, haciendo una distinción entre los empleados “en planilla” y los que son efectivamente “cotizados”.
Según Argumedo, la nueva serie de “datos en planilla” corresponde a una estimación subjetiva que hace el ISSS sobre el número de trabajadores, mientras que el dato de “cotizados” es en efecto el número real de empleados que las empresas reportan mensualmente.
“El Seguro Social ha difundido una nueva serie que le llama los datos de planilla. Cuando difunde esos datos son estimaciones que hace sobre los cotizantes. Nicaragua y Costa Rica no difunden datos de planilla, difunden datos de cotizantes; pero aquí se están maquillando cifras para presentar una situación diferente y con ese maquillaje lo que se pretende mostrar es un diagnóstico que no es el adecuado”, aseguró Argumedo.
“Si vemos el panorama más general del empleo y consideramos la población económicamente activa, que es una cifra que divulga la Dirección General de Estadística y Censos y la última es a 2015, observamos que de la PEA únicamente el 29.5 % es empleo formal, la misma tasa que había en 2008”, afirma FUSADES.