Revelan que la popularidad del gobierno ha descendido notablemente, casi un 80 por ciento de los venezolanos no avala la gestión oficial.
El politólogo Rafael Gómez Méndez afirmó el lunes que el gobierno de Venezuela paga encuestas para simular que goza de un alto índice de popularidad, cuando en realidad se encuentra en caída libre con apenas 17 por ciento de aceptación.
“Por supuesto que estas encuestas las esconde el gobierno, así como el Banco Central de Venezuela (BCV) hace lo propio con las cifras que dan cuenta de la inflación”, precisó el catedrático de la Universidad de Los Andes (ULA).
Gómez dijo que el gobierno del presidente Nicolás Maduro se encuentra en su peor momento, y que la inflación y la escasez de alimentos han puesto a reflexionar a los venezolanos sobre la urgente necesidad de un cambio.
“Un cambio al que también aspira un importante sector que antes estuvo con el gobierno y que hoy se siente defraudado porque su status de vida ha desmejorado sensiblemente”, remarcó.
Resaltó que el gobierno insiste en identificar a la oposición con los partidos que forman parte de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), cuando en realidad los venezolanos independientes superan en número a los que integran esa alianza.
“Es decir, que todo un país conformado por los partidos tradicionales, sectores independientes y ex militantes del partido oficialista, encarnan hoy la nueva oposición en Venezuela”, advirtió Gómez Méndez.
El politólogo agregó que “más que posición yo diría que se trata de un país alternativo, que abre los ojos a la realidad, ya que ocho de cada 10 venezolanos rechazan al actual gobierno y están dispuesto a producir los cambios para recuperar la democracia”.
Aseguró que las encuestas que no se publican por razones obvias, revelan que la popularidad del gobierno ha descendido notablemente y que un elevado porcentaje de venezolanos, casi en un 80 por ciento, no avala la gestión oficial.
El catedrático destacó que el proceso electoral que se avecina (elecciones parlamentarias) es una excelente oportunidad para recuperar la institucionalidad de la Asamblea Nacional (Congreso unicameral).
“Lamentablemente con este gobierno la institución delegó su función de legislar en el presidente de la república y se convirtió en un reducto de ocio remunerado rodeado de inútil solemnidad”, sentenció el catedrático universitario.