El vicepresidente de la República, Félix Ulloa, advirtió que la nacionalización del expresidente prófugo Mauricio Funes como nicaragüense, ordenada por la dictadura Ortega-Murillo, “sería utilizada para garantizar la impunidad de alguien que debe responder a la justicia”, pero advirtió que el exmandatario aún puede ser extraditado.
Pese a que Funes es ahora nicaragüense, Ulloa resaltó que la extradición todavía es posible. “En el caso salvadoreño opera la doble ciudadanía, y él (Funes) no ha renunciado a la ciudadanía salvadoreña. El hecho de adquirir otra ciudadanía no le excluye el hecho de seguir siendo salvadoreño ni de poder seguir siendo juzgado en El Salvador”, dijo el vicepresidente.
Ulloa también recordó que en Centroamérica está vigente un tratado para las extradiciones, y apeló a “la institucionalidad” del istmo y de la Corte de Justicia Centroamericana para evitar que Funes continúe impune.
“Existen procesos judiciales para que las personas que cometen delitos en cualquiera de nuestros países puedan ser juzgados. Esperamos que la justicia funcione en el ámbito de la gran nación centroamericana, y no se ocupen las fronteras como un mecanismo para evadir responsabilidades por delitos cometidos”, dijo Ulloa.
Horas antes del tuit de Bukele, el vicepresidente Ulloa dijo al medio periodística nica Confidencial que con la naturalización de Funes como nicaragüense, “espera que las fronteras centroamericanas no sirvan como un mecanismo para evadir responsabilidades por delitos cometidos”.
“Tenemos dos reacciones frente a ese hecho. La primera es de carácter formal. Respetamos la decisión de cada Estado y su soberanía. Pero segundo, en el carácter legal y sustancial del tema, lamentamos que una persona como el expresidente Funes, que tiene cuentas pendientes con la justicia en El Salvador, hayan recibido esta gracia”, criticó Ulloa.
Funes y su familia, asilados en Nicaragua desde septiembre de 2016, fueron nacionalizados nicaragüenses por el régimen Ortega-Murillo en un trámite exprés. La justicia salvadoreña ha demandado a la nicaragüense extraditar a Funes, quien es requerido por tres procesos judiciales pendientes por la supuesta malversación de más de 351 millones de dólares. Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia de Managua desestimó el pedido en abril pasado, y ahora que los Funes cuentan con pasaportes nicas la extradición es todavía más remota.
“Esa es una gracia (nacionalización) que otorgan los Estados por méritos, servicios prestados a la nación, y por retribuir una conducta notable a un ciudadano extranjero. Pero en esta ocasión sería utilizado para garantizar la impunidad de alguien que debe responder a la justicia salvadoreña”, insistió el vicepresidente Ulloa a Confidencial.
El vicepresidente descartó que esta decisión del Gobierno de Ortega fracturen por completo las relaciones entre El Salvador y Nicaragua. “Hay suficiente institucionalidad en Centroamérica para resolver este caso. Esto no debe ser tratado a nivel de los órganos Ejecutivos ni afectar las relaciones diplomáticas o políticas de los Estados”, dijo Ulloa.
Derecha salvadoreña crítica a Ortega
Los dos principales partidos de derecha en el Congreso de El Salvador criticaron este martes a Ortega, por nacionalizar al exmandatario (2009-2014), requerido en su país por cargos de corrupción.
Funes estaba asilado en Nicaragua desde septiembre de 2016 y su nacionalización fue oficializada en el diario oficial La Gaceta.
El beneficio migratorio también lo recibieron su cónyuge, Ada Michell Guzmán Sigüenza, y sus hijos Carlos Mauricio Funes Velasco y Diego Roberto Funes Cañas, también procesados en El Salvador.
El presidente del Congreso y diputado de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Norman Quijano, dijo a periodistas que Funes “ha encontrado su paraíso en Nicaragua en contra de la voluntad de las democracias de América Latina”.
“DE UN TIRANO COMO DANIEL ORTEGA ESPERAMOS CUALQUIER COSA, ESE SEÑOR ES UN CÁNCER PARA LA HERMANA NACIÓN DE NICARAGUA”, APUNTÓ EL LÍDER DEL ÓRGANO LEGISLATIVO.
Por su parte, el jefe de la fracción legislativa de la oficialista Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), Guadalupe Vázquez, lamentó que con esta acción Funes “se ha blindado” para evitar la extradición a El Salvador y enfrentar a la Justicia.
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, prometió antes de asumir el poder el pasado primero de junio que en los primeros cien días de su Administración lograría la extradición del ex jefe de Estado izquierdista.
Funes, que llegó al poder bajo la bandera de la exguerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), aseguró en sus redes sociales que “ni en los primeros cien días de su Gobierno, ni en años la extradición será posible”, dado que es prohibida por la Constitución de Nicaragua.
“Hasta cuándo va a entender Nayib que su poder no es absoluto y que no manda sobre otros órganos del Estado y menos sobre gobiernos de otros países”, subrayó Funes.
El expresidente es procesado en su país por supuestamente apropiarse y lavar más de 351 millones de dólares del presupuesto estatal, fondos que fueron manejados en un esquema similar al usado por su antecesor, Elías Antonio Saca (2004-2009), para desfalcar más de 300 millones.
Con información de EFE