Un potente sismo de 5.8 sacudió el jueves el país, sin que hubiera reporte inicial de daños o víctimas, pero sí escenas de miedo con ciudadanos evacuando, de forma ordenada, a las calles ante la sacudida.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que registra la actividad sísmica en todo el mundo, indicó que el sismo tuvo una magnitud de 5.9 y que el epicentro fue a nueve kilómetros al este de Acajutla —Sonsonate— con una profundidad de 95 kilómetros.
No hubo reporte inicial ni de víctimas ni de daños materiales. Desde el Servicio de Protección Civil del país se emitió un aviso por actividad sísmica en la costa del departamento de La Paz.
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales descartó la existencia de amenaza de tsunami para El Salvador, “debido a que el sismo se localiza dentro del territorio”.
El temblor sigue a uno registrado el pasado domingo de magnitud 6.2 sin que tampoco se reportaran daños materiales de consideración ni personas heridas o víctimas mortales.