Foro de Sao Paulo amenaza democracia en Latinoamérica

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El Foro de Sao Paulo, que reunió en El Salvador a los izquierdistas, pseudo izquierdistas y comunistas de América Latina, cocluyó su XXII reunión asegurando que izquierda ortodoxa debe aumenten su presencia en el aparato de Estado y su decisión de continuar construyendo el poder popular para asegurar las transformaciones económicas, sociales y políticas de los pueblos de América Latina y El Caribe. Su discurso fue eminentemente anti-norteamericano.

El Foro se reunió por cuatro días en el Centro de Convenciones y Ferias en San Salvador con la presencia de los cuadros comunistas más recalcitrantes de América Latina y El Caribe.

Las conclusiones del cónclave rojo constituyen un reiterado ataque a los Estados Unidos de Norteamérica y de apoyo a Salvador Sánchez Cerén, Nicolás Maduro y Dilma Roussef. También instaron a los gobiernos de izquierda que han alcanzado el Poder en América Latina y el Caribe pero que no lo detentan en su totalidad, a que “apresuren el paso” en la construcción de los nuevos paradigmas de la izquierda del siglo XXI.

Los izquierdistas aprovecharon para acusar a la  derecha continental de estar subordinada al imperialismo norteamericano y de intensificar las acciones con las que pretende “desmantelar los procesos de cambio social que se vienen desarrollando a lo largo y ancho de nuestro continente, en lo que se perfila como una contraofensiva imperial”.
En reuniones paralelas, los líderes del Foro acordaron estrategias específicas para fortalecer sus aparatos ideológicos de comunicación, intercambiaron métodos de apoyo creando medios y redes digitales con financiamiento económico del Estado para que se enfrenten a los medios tradicionales que rechazan sus medidas populistas.

Durante el desarrollo del XXII Foro de Sao Paulo se aseguró  que los gobiernos de izquierda en El Continente “han logrado dar estabilidad social, política y económica a nuestras naciones, y han sacado de la pobreza a decenas de millones de familias, que se han librado así de la marginación, el desempleo, accediendo a la salud, la educación y oportunidades de desarrollo humano”.
Según la izquierda reunida, “estas acciones afectan los intereses de las clases históricamente dominantes y del imperialismo, y por ello desean recuperar el control de los gobiernos por cualquier medio y regresar al viejo esquema autoritario y subdesarrollado que tanto les ha beneficiado”.

El Foro aseguró que la izquierda impulsa la transparencia y la honradez en el uso  de los recursos públicos y que por esa razón se oponen fërreamente al establecimiento en sus países, de organismos de investigación como la CICIG en Guatemala. “Son organismos intervencionistas de tutela imperial con el pretexto de enfrentar la corrupción”, dice en una de sus conclusiones.

Durante los cuatro días que permanecieron en El Salvador, los integrantes del Foro de Sao Paulo, las expresiones que con más frecuencia  se escucharon fueron derecha,oligarquía apátrida, imperialismo, contraofensiva, democracia participativa y protagónica, embestida imperialista, Cuba, El Salvador, Bolivia, Argentina y Uruguay.

Como era de esperar, los izquierdistas aprovecharon para reclamar como propia la firma bilateral de cese el fuego acordada por el gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC en Cuba., lo que calificaron como “una indudable victoria continental” y “resultado de la heroica lucha de un pueblo combativo y tenaz, frente al terrorismo de Estado impuesto por una ultraderecha criminal y genocida”.

El Foro de Sao Paulo aprovecho también para pedir a los militantes y simpatizantes de sus partidos en Estados Unidos a que, como comunidad, “se sumen a la lucha y demanda de sus derechos y denuncien la política injerencista del gobierno de Estados Unidos hacia nuestros países”.

Como una de las últimas conclusiones, el XXII Foro de Sao Paulo dejó en claro su decisión de continuar construyendo el poder popular para asegurar las transformaciones económicas, sociales y políticas de los pueblos de América Latina y El Caribe.