El Fiscal General de la República, Douglas Meléndez, dijo este lunes en Panamá que fiscales y procuradores de distintos países están siendo presionados por impulsar investigaciones como la relacionada a la red de sobornos pagados por la empresa brasileña Odebrecht.
Desde la semana pasada, los medios internacionales de información habían adelantado que esta semana se reunirían los fiscales generales de Suiza, Perú, Ecuador, Colombia y México para tratar el caso Odebrecht.
Un secreto a voces es que el fiscal Douglas Meléndez mantienen un pulso mediático con el expresidente Mauricio Funes debido a las investigaciones que el Ministerio Público ha realizado en torno a las denuncias sobre supuestas actividades de corrupción por parte de Odebrecht en El Salvador. Según las denuncias Funes habría recibido más de cinco millonens de dólares para financiar parte de su campaña presidencial por parte de esa empresa.
“Prueben” es el reclamo que desde Nicaragua hace Funes a la fiscalía. Mientras el titular de este ente anunció para esta semana, “sorpresas” para funes.
Con su acostumbrado estilo de discurso, Meléndez aseguró que “muchos fiscales y procuradores de países estamos siendo presionados y algunos hasta amenazados por estas investigaciones, hay que decirlo muy claramente “
En la complicada trama de sobornos que montó la constructora brasileña Odebrecht, Mauricio Funes y Vanda Pignato, su exesposa de origen brasileño, han sido mencionados por haber recibido cerca de $1.5 millones de dólares en 2008 para financiar la campaña electoral que llevó a Funes a la Presidencia con el respaldo del partido FMLN.
A Pignato la señala Mónica Moura, la esposa del amigo y expublicista de la campaña de Funes, Joao Santana, de haber sido la intermediaria para hacer llegar dinero ilícito desde un fondo de Odebrecht a la campaña de su exmarido, aun que ambos insisten negar los hechos .
Este tipo de financiamientos de Odebrecht a campañas políticas, así como sobornar para conseguir contratos de obras públicas en distintos países, viene siendo investigado en distintos países desde que se destapó el caso en Brasil a través de la operación “Lava Jato”.
Mediante una investigación y juicio realizado en Estados Unidos, Odebrecht admitió haber cometido delito de soborno al pagar $788 millones en al menos otros 12 países, entre ellos 8 de América Latina para conseguir contratos públicos.
En la cita en Panamá, los fiscales de distintos países reunidos dicen que esta es una investigación larga y compleja, pero quieren llegar al fondo del asunto y establecer a los responsables mediante el fortalecimiento de la cooperación y el intercambio de información, entre otros.
“Estos sistemas corruptos, como el caso de Odebrecht, no solo corrompieron o se acercaron al sistema de contratos, también se acercaron a los sistemas políticos de distintos países que podría ser el caso de El Salvador”, sentenció Meléndez.