WASHINGTON (Agencias/DL) — La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus silgas en inglés) aprobó el martes el primer fármaco por prescripción diseñado para incrementar el deseo sexual en las mujeres, un hito perseguido desde hace tiempo en una industria farmacéutica ansiosa de replicar las grandes ventas generadas por los medicamentos para combatir la disfunción eréctil entre los varones.
Pero las restricciones de seguridad en la píldora diaria, de nombre Addyi, significan que probablemente nunca alcanzará el gran éxito en ventas del Viagra, que ha generado miles de millones de dólares desde finales de la década de 1990.
La etiqueta de la nueva sustancia incluye una clara advertencia —en la más alta de sus categorías— de que combinarla con el alcohol puede provocar una presión sanguínea peligrosamente baja, así como posibles desmayos. Esos problemas también se pueden presentar si el medicamento es combinado con otros fármacos comunes, incluyendo los utilizados para combatir las infecciones por hongos.
“Este no es un medicamento para tomarse una hora antes de tener relaciones. Se debe consumir durante semanas y meses para ver los beneficios”, dijo Leonore Tiefer, psicóloga y terapeuta sexual que organizó el mes pasado una petición a la FDA para rechazar la aprobación del fármaco.
Bajo el plan de seguridad implementado por la FDA, los médicos solo podrán recetar Addyi luego de completar una prueba de certificación en línea en la que demuestran que entienden los efectos secundarios. Las farmacias también deberán tomar una certificación.
“Pacientes y médicos deben entender en su totalidad los riesgos relacionados con el uso de Addyi, antes de considerar el tratamiento”, dijo la doctora Janet Woodcock, directora del centro de sustancias de la FDA, en un comunicado.
El medicamento de Sprout Pharmaceutical tiene la intención de brindar tratamiento a mujeres que reportan de estrés emocional debido a la falta de libido. Su aprobación representa un inusual giro en las políticas de la agencia. La dependencia había rechazado el fármaco en dos ocasiones anteriores debido a sus escasos beneficios y los preocupantes efectos secundarios. La decisión representa una especie de acuerdo entre dos partes que han debatido públicamente sobre el medicamento durante años.
Por un lado, Sprout y sus simpatizantes argumentan que las mujeres necesitan desesperadamente de medicamentos con aprobación de la FDA para tratar sus problemas sexuales. Por otro, quienes están a favor de la seguridad y en contra de la farmacéutica, advierten que Addyi es un medicamento problemático para una afección médica cuestionable.
A partir del lanzamiento del fármaco a mediados del próximo octubre, los doctores que atienden con regularidad a pacientes que se quejan sobre la pérdida de apetito sexual, tendrán una nueva opción.
“Las mujeres han entendido, y siento que necesitamos ofrecerles algo que atienda sus problemas, algo con lo que nos sintamos cómodas y seguras”, dijo la doctora Cheryl Iglesia, cirujana y funcionaria en el Congreso Estadounidense de Ginecología y Obstetricia. Iglesia admitió que ha recurrido a la prescripción de cremas de testosterona para incrementar la libido en las mujeres, un uso no avalado por la FDA.
La búsqueda de un medicamento que atiendas las dificultades sexuales de las mujeres ha sido como el santo grial de la industria farmacéutica. Empresas como Pfizer, Bayer y Procter & Gamble, lo intentaron y se dieron por vencidas. Las medicinas que afectan el flujo sanguíneo, las hormonas y demás funciones biológicas resultaron ineficaces.
Addyi, conocida de forma genérica como filbanserin, es el primer medicamento que actúa en las sustancias químicas del cerebro y afecta el estado de ánimo y el apetito.
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