Fallece El Pana, famoso torero que había quedado tetrapléjico el pasado 2 de mayo

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Octavio Rodríguez, conocido como El Pana falleció este jueves después que fuera corneado durante una corrida en la plaza de Durango. La lesión que recibió el torero le produjo el rompimiento de tres tramos de la columna vertebral que lo dejó tetrapléjico.

El Pana, de  64 años, se encontraba inmóvil, sin poder respirar por sí mismo, pero rodeado de su familia y del personal médico había pedido que lo dejaran morir desde que se percató que la severa lesión que recibió lo había dejado sin poderse mover ni respirar..

El reporte del Hospital Civil de Guadalajara informó que el torero había fallecido a  las 18.45 de este jueves. No hubo ayuda, o al menos eso dice el hospital, en el parte oficial.

Falleció de un paro cardíaco. Sufrió un agravamiento de su neumonía y un empeoramiento súbito de su estado; luego, todo terminó.

La prensa internacional cita el fallecimiento de El Pana diciendo que con ello se cierra un capítulo lunar de la historia del toreo mexicano. Excesivo y canalla, El Pana fue un matador de arrabal. Le gustaba llegar en calesas rosas a las plazas, lucir coleta decimonónica y fumar habanos gruesos como brazos. El ritual no iba con él. Tampoco la genuflexión. Había conocido el hambre y la cárcel, también las dentelladas del alcohol. Antes de empuñar la espada, fue sepulturero, vendedor de gelatinas y hasta panadero (de ahí su mote). Los entendidos le daban la espalda; los cosos de postín le repudiaban. Era una figura triste y casi cómica en un país de imposible explicación.

Agregan los medios que la gloria siempre se le mostró esquiva. Lo más cerca que la vio fue cuando, en busca de algún dinero, decidió organizar su despedida. Fue el 7 de enero de 2007, en la Monumental de México. Ante decenas de miles de aficionados, en una corrida transmitida por televisión, rompió con el protocolo que tanto odiaba y, frente a la multitud boquiabierta, brindó por “las putas, las mujeres de tacón dorado y pico colorado” que tanto le habían acompañado.