El ex secretario de Seguridad de México, Genaro García Luna «traicionó» a su país y a Estados Unidos al recibir millones de dólares del narcotráfico, dijo el lunes el fiscal durante su juicio en Nueva York.
El arquitecto de la guerra contra el narcotráfico, que lanzó Felipe Calderón en su sexenio (2006-2012), habría «tomado millones de dólares en sobornos una y otra vez» del cartel de Sinaloa, dijo el fiscal Philip Pilmar en el juicio que preside el juez Brian Congan.
«Traicionó a su país y al nuestro», sentenció Pilmar. «Nadie está por encima de la ley», advirtió
García Luna ayudó al cartel de Sinaloa, que dirigió Joaquín ‘Chapo» Guzmán, a introducir 53 toneladas de cocaína a Estados Unidos, convirtiéndose en un «miembro» más de la conspiración cuando fue director de la Agencia Federal de Investigación (AFI) entre 2001 y 2005 y secretario de Seguridad Pública de 2006-2012, según la fiscalía.
Con su esposa e hija presentes en el juicio, este exfuncionario mexicano es el de mayor rango que comparece ante un tribunal estadounidense.
El primer testigo de la fiscalía, Sergio Villarreal Barragán, alias «El Grande», aseguró que presenció pagos a García Luna por parte del capo de la droga Arturo Beltrán Leyva, uno de los hermanos del cartel del mismo nombre, que antes de romper su alianza con el Chapo en 2008, estaba al servicio del cartel de Sinaloa.
García Luna «nos daba información sobre operaciones, nos facilitaba poner y quitar comandantes en cualquier plaza en México y compartíamos información para poder pegar a nuestros contrarios», aseguró en español en el tribunal de Brooklyn.
Pagos con «frecuencia mensual»
A preguntas de la fiscal Erin Reid, el testigo contó que en una ocasión presenció el pago de «14-16 millones de dólares» en cajas de cartón a García Luna y sus colaboradores, su mano derecha «(Luis) Cárdenas Palomino y el comandante Domingo (González)» tras incautar a la competencia dos toneladas de droga que se quedó el cártel de Beltrán Leyva.
Los pagos, procedentes de una «polla (recaudación) del cártel de Sinaloa y después de su ruptura solo de Arturo (Beltrán Leyva)» tenían una «frecuencia mensual» y se fueron «incrementando conforme creció el cartel y (…) las ganancias eran mayores», precisó el testigo.
«Era la mejor inversión de dinero», aseguró porque no eran molestados por la policía.
Para la defensa todo el caso se basa en «cimientos inestables» y se ha construido con los testimonios de las «víctimas de la guerra al narcotráfico» de Calderón que quieren «matar dos pájaros de un tiro: reducir su condena y vengarse de la persona que más odian los narcotraficantes» mexicanos. No en vano lo consideran el «rostro de la guerra».
Según la defensa, no hay «dinero, ni fotos, ni videos, ni grabaciones, ni textos, ni pruebas» que sustenten estas acusaciones.
García Luna está acusado de cinco cargos, entre ellos, participar en una empresa criminal continuada, conspirar para el tráfico de cocaína y mentir a las autoridades cuando solicitó la nacionalidad estadounidense en 2018, país donde vivía desde que dejó el gobierno de México en 2012.
Con información de Afp, The New York Times, DW